domingo, 29 de marzo de 2015

PINGÜINOS




Los compañeros y compañeras de Vatayón, hemos decidido darle un vuelco a nuestra militancia, para seguir mirando hacia adelante y seguir construyendo del modo que siempre consideramos correcto: vamos a cambiar nuestro nombre, y vamos a cambiar nuestra forma de comunicar. 

No, nuestra manera de militar va a seguir siendo la misma, porque así es como nos gusta.
A partir de hoy nuestra agrupación se llama “Pingüinos”, aunque no nos vamos ofender si nos dicen “La Pingüinos” o “Los Pingüinos” o “Agrupación Pingüinos”: ese trabajo se los dejamos a todos y todas ustedes, como sucedió con Vatayón.
¿Y qué fue lo que sucedió con Vatayón?
Simple y claro: se convirtió en viento.
Se convirtió en rumor.
Se convirtió en una palabra que se usa como si fuera correcta, con la V y la Y.
Se convirtió en un nuevo término y se convirtió en un concepto, una forma, y hasta un adjetivo.
Quizás nunca fue la intención esa, porque tal vez nos hubiera gustado que nos relacionen con todo el trabajo que hicimos en el Borda, el trabajo de urbanización en La Carbonilla o la intensa militancia en el Barrio Juan Domingo Perón, donde hemos logrado cosas, unidos y organizados, y muchas veces uniendo y organizando, que ni nosotros ni el barrio creyeron que podría haber sucedido.
Claro, siempre en nombre del Proyecto, y siempre en nombre de Néstor, Evita, Cristina y Perón.
Y así seguimos y seguiremos, en la senda de lo que creemos correcto, con las quejas que consideramos pertinentes, peleando con quien sea necesario pelear para lograr al menos la mitad de un objetivo mucho más grande.
Sabemos que nuestro capital simbólico es considerable e importante, y a ese capital simbólico, a este hito y símbolo de un momento como lo fue Vatayón, lo queremos regalar.
Queremos que le cuentes a alguien, dentro de muchos años, que hubo un grupo de chiflados que se metieron en lugares donde no muchos se meten.
Que hubo un grupo de mujeres con más agallas que muchos hombres.
Que hubo un grupo de hombres mucho más sensibles que muchas mujeres.
Que hubo una agrupación peronista, y por añadidura kirchnerista, de menos de 30 personas que recibió el embate animal y monstruoso de los aberrantes del Grupo Clarín y todos sus loros repetidores, mintiendo sobre cosas que no sucedieron, y que esa agrupación, nunca encontró el modo o la manera de poder contestar esos embates, salvo por sus propios medios, por su boca a boca, por su hacer y luego su decir, y nunca al revés.
Nos pone un poco triste todo esto, como nos pone triste cuando un hijo se va a vivir sólo.
Pero sabemos que es para mejor.
Sumate a Pingüinos.
Interactuá con nosotros y nosotras, todos los días en nuestras redes.
Participá con nosotros en nuestras actividades, y vení a conocer a los barrios de los acostados, donde estuvimos, estamos y vamos a seguir estando.
Seguimos siendo algunos jovenes, otros viejos, algunos hombres, otras mujeres, algunos venimos de no haber militado nunca, otros de haber resistido en Montoneros, otras de haber resistido los noventa, tenemos todas las edades y tenemos fundamentalmente, el valor de la memoria, la verdad y la justicia que se construye todos los días. La memoria de lo que se hizo y de lo que hacemos, la verdad de lo logrado y de lo que queremos lograr y la justicia brindada e impartida y la que se sigue buscando.
Esto es para siempre.
Y acaba de empezar.
Dale "me gusta" a la nueva página.

















¡Ayudanos a invitar!




https://www.facebook.com/agrupacionpoliticapinguinos



PD: Esta, fue nuestra hermosa despedida (lee la descripción abajito):

lunes, 9 de marzo de 2015

10 consejos prácticos para todo y toda aquel o aquella compañero o compañera que milite una interna



1- ¡No ataque al candidato de su mismo signo político! Quizás usted no lo quiera, crea que es el enviado del mismo Belcebú y que sus intereses son lisa y llanamente, el fin de la humanidad. Pero por más que lo crea mucho, que abrace a su crucifijo con los ojos muy cerrados noche a noche o que todos los días le prenda una vela a un litro de aceite Marolio de máxima pureza, por elevación, por curva y sin intenderlo, usted estará también mellando a su propio candidato.
Imagine qué pasaría si Riquelme hubiera estado peleado con Palermo.
Bueno.
Eso.





2- Fomente, construya y desarrolle un discurso propio que a la misma vez, encante al oído del elector que tenemos enfrente. Pruebe convencer al gorila más peludo de su terruño, para así estar fresco, presto y entrenado para poder convencer al indeciso. Muérdase las encías y adopte postura no revulsiva, ni de enfrentamiento (a la hora de hablar con un Gorila en vías de recuperación). Sepa que lo único que necesitamos de ese simio, es su voto. El resto es calderilla.





3- Instigue a su propio candidato a presentar cuanto antes una plataforma concreta, de hechos y de propuestas que en lo posible, se puedan tocar mientras se dicen. Entre lo tangible y lo dicho, está el Gran Misterio que nos legó el General. Nunca olvide eso. Y si quiere meter en el medio "igualdad", "inclusión" y esas palabras que tanto nos gustan y que tanto conocemos face to face, hágalo sin que sea el núcleo de su discurso. Incorpore a su léxico palabras como "gestión", "calles" y "seguridad". No quedará infectado con la extrema derecha si hace esto.





4- Acuse directamente a su candidato de nunca correrse del eje: el que pierde acompaña. Acá somos un equipo y ganamos nosotros o pierden todos. Jamás olvide ese axioma: nosotros somos gordos, tenemos pullover y agua. Inodoros y luz. Playstation y cable. Tenemos para puchos y a veces podemos pedir al delivery.





5- No le tema a la discusión entre compañeros. No se asuste si lo mandan al carajo. No piense que la persona que tiene enfrente es un imbécil o alguien demasiado de izquierda o demasiado progre o demasiado de derecha si alienta a alguien que esté en el mismo signo político pero no sea nuestro favorito. No le tema a insultar. Considere un cumplido ser insultado. Recuerde que la reproducción es peronista y peronistas somos todos y todas. Comprenda y sopese el valor histórico de cada elección: hay gente muerta para que podamos votar. Aliente la participación ciudadana. Genere credibilidad en la democracia, aún en aquellos o aquellas que jamás nos votarán. Dese el lujo, una vez por día, de preguntarse con una mano en el corazón si tiene o no razón, usted o con quien discute, y si lo que usted está diciendo, es cierto.





6- Diga siempre la verdad. O mienta, y espere a que en poco tiempo, le demuestren que usted estaba mintiendo y pierda cualquier tipo de credibilidad si es que la tuvo en cierta instancia y tenga que poner una fábrica de barquillos para camisas.





7- Arriesgue. Hable con el corazón, sin olvidar el bolsillo. Inserte su mano en su plexo solar para entregar el corazón a quien lo quiera, y convencer a quien no lo quiera, de que su corazón es real y late igual que el de quien no lo quiera.





8- No siga ninguno de los consejos que acá le dejo.





9- Jamás crea que el enemigo está en nuestro mismo signo político. Tenga confianza en usted y su militancia, en su propia participación como actor del Estado (que somos todos, papu). No le tema a la furia, y no le tema a querer ser fuego para abrazar a quienes en nombre nuestro, quieran hacer algo que nosotros no haríamos jamás, y que ninguno de los nuestros jamás hizo. Tenga testículos u ovarios para poder abarcar al amplio espectro de la realidad, de la cual usted, es sólo el fantasma de un grano de arena. Compréndase también, como un actor de reparto en cosas en las que jamás tendrá incidencia: sea realista, quiérase un poco. Y dude. Dude muchísimo. De todos y todas.





10- Sepa perder, que eso le hará mejor triunfador.