miércoles, 28 de diciembre de 2016

lo que se puede hacer mejor


Podemos dejar de ponernos de foto de portada una foto de nuestra cara: no suma ni un voto.
Podemos dejar de pensar que las redes son para publicar boludeces y que "la política pasa por otro lado".
Podemos dejar de pensar que la política son las redes y que "la rosca no sirve".
Podemos dejar de pensar que no sacarse una foto haciendo algo militante, es "mejor" que sacársela: no se trata de tu ombliguito abrigado y falsohumilde, sino de que otros vean que los que somos kirchneristas somos buenos, no somos ladrones, no somos garcas y hacemos las cosas de verdad.
Podemos ser buenos, no ladrones, no garcas y hacer las cosas de verdad.
Podemos trabajar el triple y pensar que todo es política, todo es político, y todo tiene que ver con todo y vivir y morir y nacer y dormir así todo el tiempo porque hay elecciones.
Podemos dejar de tirar tiros por elevación: "Hay gente que" para referirnos a contactos que tenemos en nuestras redes, o a personas que sabemos que nos están escuchando cuando hablamos en el recinto o en la tele, y así como esa gente sabe y vos sabés, el tiro por elevación te baja los pantaloncitos y te deja en culito.
Mucho mejor o mucho peor es cuando escribimos algo a personas que ni nos leen: fantasmas peleándole al viento.

Podemos dejar de escondernos.
Podemos volver a los barrios: mostrar que durante nuestro gobierno actuábamos de determinado modo y el Gobierno de determinado otro ante una emergencia, pero sin ir a esos lugares, es de marmota y te demuestra como una lacra de la politiquería.
Podemos no dejar de pedir por la libertad a Milagro Sala, en todos lados, desde nuestras redes hasta la calle pasando por acciones y charlas con el vendedor de diarios gorila, gordo y pelotudo.
Podemos ir a todas las marchas que haya.
Podemos ir a los actos y marchas sin nuestras banderas que le molestan incluso a quienes votan a Cristina y podemos ser más inteligentes para ampliar las bases y no ser sectarios y excluyentes de una puta jodida y perra vez entender que no estamos disputando más cariño ni más nada con nadie porque a todo el mundo le importa tres pelotas nuestra bandera gigantesca colgando de un árbol o en miles de tacuaras sean de plástico o no, sean retráctiles o no o sean de caña.

Podemos contar de todo en las redes pero necesita imperiosamente un correlato en la realidad.
Podemos hacer de todo en el territorio pero necesita imperiosamente un correlato en las redes.
Cuando escribís algo en una red te leen todos, se animan a comentar unos pocos y de ese todos y todas que te leen, hay quienes están de acuerdo y hay quienes no, y hay personas que te van a odiar y hay personas que te van a querer. Pero en el medio hay personas a las que les vas a haber generado una duda y cuando generaste una duda, estás mucho más cerca de lo que necesitamos en 2017: votos.
Podemos dejar de presentar proyectos que no le importan a nadie o proyectos que no se entienden, traducirlos, explicarlos y si no sirven, no presentarlos.
Podemos trabajar el triple y revisar siempre quién está yendo a ambas cámaras y quién no va nunca: revisá y vas a ver.
Podemos sumarnos a una agrupación.
Podemos irnos de la agrupación en la que estamos e ir a buscar a alguien que no se dedique a quedarse sentado diciendo la vida me engañó.
Podemos decirle a nuestros referentes que están equivocados.
Podemos sacudir el mundo, conquistarlo y hacerlo nuestro.
Podemos decirle a Cristina que está equivocada.
Podemos considerar que lo que hacen los nuestros está mal.
Podemos discutir en cualquier lado, sea en las redes, sea en las básicas, sea en los barrios, sea en la calle.
Podemos mostrarle a la gente cómo le mienten en la cara todo el tiempo, incluso esos periodistas y esas periodistas que se hacen las buenitas, blancas y puras.

Podemos dejar de decir "Pero kumpa, esto se discute en una básica o le hacemos el juego a la derecha". La derecha nos gobierna como quiere, basta de ostracismo.
Podemos y debemos discutir: no sirve que cuentes en todos lados que escuchaste que tal persona dijo tal cosa en específico lugar y vos no dijiste nada porque te dio bronca, porque te echaban del trabajo, porque si decías algo ibas a insultar o porque no daba. Si estuviste en una situación así y no abriste el pico, mantenélo cerradito que cuando hacés tu caca en las redes para contar esa secuencia hacés sentir mal a todo el mundo y quedás como la persona más mentirosa y cobarde del mundo.
Podemos y tenemos que estudiar y conocer y leer los diarios todos los días, los que piensan como nosotros y los que operan como los de ellos. Todos los días, pasar por todos los medios, TN, La Nación, Clarín, Infobae, Página12, Big Bang News, El Destape, Letra P, La Política Online, Infocielo, Infonews, Tiempo. Si no tenés tiempo porque laburás muchísimo, tratá de robarle media hora al sueño, a la mañana o a la noche y leé. Si no leés no sabés y si no sabés te van a seguir quebrando.
Podemos tratar de llevar soluciones que sean parches a los barrios donde la crisis entró hace más de un año y no se fue nunca.
Podemos tratar de jamás pensar que un argentino se tiene que joder por haber votado a Macri.
Podemos decir Milagro Sala sin decir Milagros Salas.
Podemos darnos cuenta que hay gente buena y mala, y gente idiota y gente inteligente.
Podemos dejar de esperar a Cristina aunque la esperemos: si la vamos a esperar sentaditos, perdimos. Hay que esperarla trabajando, militando, discutiendo, formando, haciendo. Estamos vivos y vivas.
Podemos no perder el tiempo alimentando a trolls que están pensados para herirnos.
Podemos tener criterios estéticos de belleza y felicidad para todas las cosas, incluso las cosas que nos parezcan feas.
Podemos dejar de jugar a la apropiación cultural de hacer de cuenta que somos algo que no somos.
Podemos empezar a organizar mínimamente las marchas y contra marchas para que no haya tres cosas en dos semanas con igual contenido.
Podemos dejar de usar globoludos, por ejemplo, del mismo modo que podemos dejar de decir que nos toman por boludos.
Podemos dejar de decirle Macri Gato y decirle Macri chorro, corrupto, lavador, inepto, etcétera, pero los gatos son una cosa hermosa, amable y que le hace bien al planeta.
Podemos tratar de no levantar la voz, no insultar, ni agredir, pero nunca dejar de defendernos.
Podemos dejar de decir lo que hay que hacer desde internet, si es que no vamos a hacerlo. Por ejemplo "Hay que ir y liberar a Milagro Sala" en calzoncillos desde Caseros, no es serio.
Podemos dejar de creer que es importante nuestra historia íntima y personal, si es que eso no va a acercar un voto... y luego de entender eso, sí, ir y publicarla pero sabiendo.
Podemos hacer un buen uso de nuestros recursos: la palabra, las piernas, las redes, la acción, la formación, la calidez y más que nada el humor.

No podemos perder el humor, nunca.
No podemos quedarnos callados, nunca.
No podemos bajar la cabeza, nunca.
No podemos negar que somos lo que somos, nunca.
No podemos negar que estuvimos mejor.
No podemos negar a Cristina.
No podemos dejar para más adelante, nada.
No podemos intentar, tenemos que hacer.
No podemos "hacer que los vecinos la paguen" porque no nos votaron.
No podemos pretender que el pueblo sufra "para que aprenda lo que es bueno".
No podemos dejar de trabajar.
No podemos "desenchufarnos del todo en vacaciones".
No podemos dejar de marcar lo que consideremos errores, aún si nosotros los cometemos.
No podemos mansamente aceptar que una manga de chantas, cuatro de copas, mentirosos y garcas digan que son el peronismo cuando no lo son.
No podemos pretender que en el "vamos todos juntos", entren todos los ladrones, corruptos, antipueblo y miserables que sin Néstor y Cristina hoy serían eternos asesores de concejales en municipios del interior. O punteros. Y del PJ.
No podemos impacientarnos.
No podemos querer todo ya.
No podemos dejar de evaluar que para que este gobierno se vaya, antes tiene que haber por obligación histórica, muertos, y esos muertos son el pueblo. Que se vayan, pero en 2019. Ninguna crisis es buena, JAMÁS.
No podemos ponernos a discutir con las personas que están absolutamente politizadas: es como pretender que a uno que está del lado de los buenos lo puedan convencer de que Macri es bueno, joven, gracioso y agradable. Con quien duda, con quien no está seguro, con esos hablemos. Con los John Rambo del neoliberalismo que usan la bandana de Macri y aman a él y a sus ojos azules, no perdemos el tiempo.

Podemos separar guita de nuestro sueldo si tenemos laburo para comprar cosas para quienes menos tienen.
Podemos separar un par de horas por semana para ir a los barrios a dar una mano.
Podemos y tenemos que ayudar porque somos peronistas, somos kirchneristas, somos solidarios.
Podemos abrir básicas.
Podemos abrir centros culturales.
Podemos abrir merenderos.
Podemos abrir comedores.
Podemos ir al menos una vez por semana a llevar MORFI a un barrio.
Podemos regalar juguetes en las fechas que todos los niños y las niñas reciben juguetes de regalo.
Podemos escuchar mucho más y hablar mucho menos.
Podemos estar ahí, donde haya que estar.

No podemos no hacer nada.
No podemos perder.
No podemos volver a perder.
No podemos pretender que se vayan antes porque si se van antes y en el caso hipotético de que haya elecciones y que encima las ganemos, ganamos débiles.
No podemos pretender que se vayan todos: ya pasó una vez, y ahí están, volvieron con muchísima más fuerza (Y si los malos vuelven, imaginate los buenos cuando volvamos con más fuerza).
No podemos querer que renuncien, o podemos quererlo, pero tenemos que seguir así, sin hacer nada para que renuncien: no somos ellos.
No podemos no protestar.
No podemos no hacer huelga.
No podemos no hacer paro.
No podemos decirle traidor a quien vota a favor del pueblo, pero sí podemos decirle a quien vota en contra del pueblo que es una basura.
No podemos creer que todas las personas que no son kirchneristas son antikirchneristas.
No podemos pensar que todas las personas que se dicen kirchneristas, son peronistas.
No podemos pretender, pero tenemos que hacerlo, en líneas generales.
No podemos no reclamarle a nuestros representantes lo que se nos ocurra: por ejemplo, que qué bueno sería que durante enero se vayan a recorrer barrios, al pueblo, y no muevan el culo de sus ciudades.

Podemos escuchar más a Máximo Kirchner.
Podemos asumir errores y cambiar las cosas.
Podemos aprender más de Cristina.
Podemos ser cabezaduras porque siempre tuvimos razón.
Podemos ver con claridad quién está del lado de los buenos y quién del lado de la oportunidad para llevarse un vueltito.
Podemos ver quién quiere acumular capital político para tener una jubilación gorda, y quién quiere acumular capital político para cambiarle la vida a la gente, y eso se ve fácil: quién hace algo por los demás, y quién va nada más que a la tele o está siempre de traje o camisita pipí cucú.
Podemos entender que perdimos hace un año y borrar para siempre la palabra autocrítica, porque si más de un año después no hiciste la autocrítica, tomate el palo, tocá los tarros, nos re vimos papá.
Podemos tratar de que nuestra fuerza política no dependa siempre de los y las mismos y mismas cinco o seis que vemos en la tele, y que todos y todas sean nuestras espadas en la batalla democrática legislativa militante y cercana al pueblo (que nos votó y no nos votó).

Podemos hacer un montón de cosas. Podemos no hacer otro montón de cosas.
Puede estar toda esta lista errada o puede estar toda acertada o puede tener aciertos y errores.

Lo que no podemos, es ser comentaristas de la vida.

Ningún pibe nace Vilouta.

Ah: empezá el lunes.
Nos vemos por ahí.


sábado, 3 de diciembre de 2016

Abrir

De las básicas que me tocó abrir, esta es la primera que me toca hacerlo con un gobierno adverso y con la gente en contra.
Es la primera vez que lo hacemos así, de la nada a la gloria, en un salto de fe que nos hace temblar las patitas: así como tiemblan justo antes de largarse a correr (si es que uno corriera carreras, cosa que definitivamente no hace).

Le pusimos un peinadito lindo y una camisa un poco más gris: se llama Centro Cultural, pero se llama El Patrio.

Falta menos de un día para abrir esa puerta, son ahora las 5:48 y no puedo dormir, repaso en mi cabeza una y otra vez todo lo que tiene que estar bien pero ¡Más aún! todo lo que puede salir mal.
Yo sé que vos a vas a leer ésto y vas a pensar "Vamos, que nada puede salir mal" pero yo sé que las cosas salen mal, trabajo de eso, y mi poder mutante es anticiparme a los hechos un poquito.

(espero que no salgan las cosas tan mal como para que este texto salga luego en los diarios como "el premonitorio texto") (AWANTAAAAAAAAAAAAAAAAA).

¿Qué puede ser "que salga mal"?
Que falle la luz.
Que se rompa un equipo.
Que a alguien le pase algo.
Que no venga nadie.
Que la comida esté fea.
Que el evento sea aburrido: eso merecería mi más enérgico repudio y destierro.
Que no sea lindo el lugar.
Que no se le vea la sangre.
Que no se le escuchen los latidos.
Que no se le vea la piel erizada a cada rincón de ese lugar que venimos laburando desde abril.

¿Así que eso es algo que te puede salir mal, gordito?
Salir mal es otra cosa.

Bombón de terror y sueños.
¿Vendrán los invitados?
¿Aquel compañero que dijo que vendría vendrá?
¿Finalmente arderá el celular con mensajes de disculpas y mucha suerte?
¿Qué dirá el pueblo?
¿Servirá para volver?
¿Vendrá Cristina? JAMÁS DE LOS JAMASES EN TODAS LAS COSAS QUE ME TOCÓ HACER NUNCA DEJÉ DE PENSAR QUE EN UNA DE ESAS, VIENE CRISTINA.

¿Qué pensarán los compañeros y compañeras con los que caminamos juntos hace mucho y que ahora no lo hacemos más?
¿Me tendrán bronca?
¿Estarán felices?
¿Me aceptarán las disculpas caso por caso?
¿Les aceptaré las disculpas caso por caso?
¿Seremos mejores hombres y mujeres o peores hombres y mujeres que antaño?
¿Querrán que todo nos salga mal?
¿Querrán que todo nos salga bien?
Si estás con Cristina estamos bajo el mismo "cielo de estrellas peronistas", como dijo un escritor en un libro que no leí.

¿Seremos dignos y dignas?
¿Estaremos a la altura?
¿Vendrá la policía con un carro y dos tranvías (por el metrobus) y nos querrá cerrar?
¿Los vecinos nos creerán cuando le decimos que somos los buenos y que no estamos rodando cine de terror?
¿Mi vieja estará orgullosa de este hijo?
¿Vendrán mis hermanos?
¿Aquellos amigos del pasado de cuando uno no hacía política?
¿Me creerán un loco?
¿Me creerán un pelafustán?
Siempre me gusta usar la palabra pelafustán.

¿Cuánto crecerá el amor?
¿Será felicidad? Si no lo es, no será nada.
¿Se habrá entendido en su momento Vatayón?
¿Se entenderá mañana?
¿Qué fue ese embrión monstruoso pero LLENO de sangre que fue NDM?
Por tu salud que nunca tuviste, querido Alejandro, también vamos a brindar, viejo trolo, forro y malnacido.

 ¿Por qué no llegué a saludar a Néstor?
Esa vez en 678 preferí hacerle un cordón humano porque otro día lo iba a ver: lo mismo pensé de los Ramones y vendí la entrada a ese concierto en River donde los punkitos rompieron todo el stand de Coca Cola.
Y me los perdí para siempre.
Por eso la remera, esa, la del escudo del Partido Justicialista con los nombres alrededor.
¿Le robaremos una vuelta más a la muerte?
Se trata de eso, todos los días, siempre con alegría.
Si no hay amor, que no haya nada, entonces.
Para regatear están los ya-sabemos-quién.
Nosotros somos arrebatadores del tiempo, la furia y la pasión de la tierra debajo de las uñas.

¿Veré a mi gato Dumas cuando llegue a encontrarme con "El Creador"(SIC)?
¿Estarán mis abuelos?
A mi viejo le debo unas cuántas, pero no es nada que la terapia que estoy haciendo para curarme la claustrofobia no me pueda curar.
Además me gusta jugar a que soy NEO y que ella, mi terapeuta, es el Oráculo.
El ego más lindo del mundo es el mejor ego.
¿La bebida estará fría?

Mis compañeros y compañeras son mejores que yo: no todos y todas, es verdad, pero muchos y muchas sí.
Personajes como ellos y ellas y nadie más, con la miradita sobre el hombro canchera del equipo chico que le hace partido al Barcelona y le roba un 1 a 0 sobre la hora. Perdiendo, pero qué partido.
Campeones morales las pelotas, perdedores hermosos, maravillosos y de cara al sol.
¿Sabrá toda la gente lo que nos duelen las cosas?
¿Sabrá que nos duele lo que falta pero que los pantalones los usamos hasta el pecho como el General?
Ah, si de utopías se trata, somos más cabeza de termo que esas tribus que se resisten aún en el Brasil a ser civilizadas. Chupala largo, Sarmiento, padre del maula sos. Sabé.

¿Alcanzará el hielo?
¿A qué hora nos vendrán a clausurar?
¿El ortiva que trabaja de clausurero habrá soñado eso toda su vida?
¿Cuando llega a su casa mira a su hijo y le dice que orgullosamente hoy clausuró un centro cultural?
¿Qué tendrá de hijo?
¿El fetito de Eraserhead o un nene gordo que le va a fumar marambio a sus espaldas dentro de 12 años?
Ay, naciste con el corazón ortiva y así te vas a morir todos los días.
¿A quién habrás votado?
¿Te vas de vacaciones este año?
¿Qué te tocó en la pesada herencia?
¿Un autito?
¿Unas saliditas?
Ya vas a ver.

¿Vendrán malos tejidos de buenos?
¿Vendrán buenos tejidos de táuras?
¿Alguien pensará en su casa mirándose al espejo si está lo suficientemente bien como para ir a este lugar?
¿A quién le pueden importar estas inquinas de clase media, obesa y HAMburguesa?
"Cada dolor es propio y no se puede comparar" me dijo una vez un hombre que era artesano, que vivía en un cyber y con quien hacíamos un ensayo de militancia que tenía más que ver con Dios.


Y así estamos, un poco a la deriva, recontra seguros de por dónde viene la mano.
Los quiero mucho. Las quiero mucho.

Y mis compañeros y compañeras son lo más lindo que le puede pasar a un hombre: incluso a aquellos cuyo sueño más cerrado, es un día ser Batman.

Vengan.
Bienvenidos todos y todas.
(Incluso esa persona que me comenta insistentemente que soy un ladrón: jamás publicaré tus comentarios mientras sigas siendo anónima)

¡V!