miércoles, 23 de mayo de 2018

MENTIRAS






Es mentira que el país en 2015 estaba quebrado. Los documentos presentados por el Gobierno a organismos internacionales demuestran superavit. Las mediciones de los mismos números un año después por el INDEC de Macri también dan números favorables. Por último, la rendición de cuentas que hace el gobierno saliente ante el gobierno entrante, auditados en su totalidad por el nuevo gobierno un año después, también dieron a favor del país.

Es mentira que no dijeron cómo estaba el país porque salieron a buscar dinero afuera. Esta mentira la dijo Vidal, y no es cierta por un simple motivo: no entró dinero de afuera salvo deuda para la timba financiera. Los que gobiernan ahora se la gastaron toda, se la llevaron a cuentas afuera, y la vamos a tener que pagar todos y todas durante muchas décadas.

Es mentira que la timba financiera en algún momento le hace bien al pueblo. El pueblo sos vos, el pueblo somos todos, desde el taxista gorila hasta el chino del supermercado.

Es mentira que hay que sufrir económicamente para luego estar bien. Eso lo dicen los que se la están robando toda. No seas idiota de creer semejante mentira, jamás en tu vida pasó nada en esa línea, salvo que me digas que es bueno que te corten las dos piernas con gangrena para no morirte. No está mal ser idiota una vez, dos veces, tres veces. Ser idiota todo el tiempo está mal.

Es mentira que había crisis energética y que por eso aumentan las tarifas. Las tarifas aumentan porque se la están robando toda las empresas, amigas del gobierno.

Es mentira que sea un gobierno de CEOS exitosos que vinieron a hacer patria: son CEOS horribles que eran segunda línea en filiales y vinieron a hacer la américa, no patria. Los verdaderos CEOS de esas empresas no son argentinos, se la llevan en carreta y usan como preservativos a estos delincuentes que en posiciones de poder les habilitan el defalco, el choreo, y le lavan las manos a los chorros, corruptos y asesinos en todas las líneas empresariales, políticas y judiciales.

Es mentira que el gobierno anterior se robó todo. El gobierno anterior no robó: hubo gente que robó en el gobierno anterior, se supone, y todavía no se sabe hasta que terminen los juicios. Si hubiera habido mucha gente que robó en el gobierno anterior, no justifica el robo que hacen ahora pero fundamentalmente, no justifica que ahora le hagan pagar a la gente más de luz, gas, agua, nafta, cosas en el supermercado, escuela, salud, peaje, colectivos, trenes, subtes y que no aumenten el sueldo. Decir que el gobierno anterior se robó todo sirve para poder robarte todo en el medio de la cara y que vos aplaudas como un pelotudo.

Es mentira que la economía avanza. La economía está cada vez peor, las condiciones laborales son cada vez peores porque maltratan, forrean, negrean y destrozan los derechos de los trabajadores y trabajadoras con la amenaza de no conseguir otro trabajo si pierden el que tienen, en las condiciones de mierda que lo tienen. Esas amenazas pueden ser explícitas o implícitas, pero recorren lo largo y lo ancho del país en todos los ámbitos laborales, son el susurro en la oscuridad, y el comentario en los baños del laburo o en la hora de la comida, es lo que se dicen las parejas a la noche cuando hacen cuentas, y sueñan con un día estar mejor: no hagamos nada porque la cosa está jodida y al menos tenemos laburo. Esto lo saben los patrones, lo saben en el ministerio de trabajo que está infestado de delincuentes y lo saben en el gobierno. Saben que tenés terror. Pero con este sistema, este gobierno, ese terror no lo vas a perder jamás.

Es mentira que el país esté creciendo. El país se está achicando a lo loco, se venden propiedades físicas estatales todos los días, se subastan a empresas y lo podés ver en el Boletín Oficial. Del mismo modo, se achica porque se toma deuda, y si un día no hay plata para pagar la deuda, van por la tierra, el agua, los pozos y el país. El país está en terapia intensiva pidiendo una deuda ilegal, decidida por un grupo de delincuentes y piratas. Si se hiciera un plebiscito para ver qué prefiere la sociedad, seguramente salga en un 80% no tomar deuda, pero al gobierno no le interesa lo que pensemos porque nos considera una masa idiota, fofa y amorfa que asiente todo el tiempo ante la bota del poder, ora bota policial y milica que te asesina y mete preso, ora bota económica.

Es mentira que haya habido gradualismo por decisión de diseño de política económica. Hubo un ajuste brutal en todo sentido, suelta de dólar y toma de deuda, además de hacer que los que más tienen paguen menos, tributen menos y se distribuya menos el dinero. Lo que no hicieron fue despedir a todos los trabajadores del estado en el día uno, matar a todos los kirchneristas ni meter presos a todos los morochos, porque si hacían una de las tres cosas, se tenían que ir. Ahora asustan con que se terminó el gradualismo porque no les queda otra que ajustar todavía más fuerte a cambio de los dólares del FMI. Los dólares del FMI se van a ir por la canaleta de la especulación, no llegan nunca acá, se mueven entre bancos, desde un banco yankee a un banco argentino de nuevo a un banco yankee. Fin, no la vista nunca, pero la debés.

Es mentira que en el mundo nos admiran y quieren venir a invertir. No quiere venir nadie a invertir, admiran a Messi, a Maradona, un poco a Boca y listo. Se creen que somos una provincia brasilera o chilena. No estamos en el radar de nadie en términos comerciales, salvo para venir a llevarse el dinero.

Es mentira que sea bueno ofrecer intereses altos para bonos. La cosa es así: vos poné tu plata para que el gobierno la use para pagar deuda, que te devolvemos el total más el 40% de lo que pusiste. O el 42%, por ahora. Cuando llega el momento de devolerte eso, el gobierno corre un poco más la vara y te dice que si dejás esa plata (que ya no existe) un tiempo más, te paga ya no el 42%, sino el 46%. Como a vos no te interesa la plata porque no sos vos, pobre miserable, sino una empresa o un fondo buitre que necesita tener “espalda financiera” en términos de confianza y no de plata física para comprarse un Renault Fluence, sino comprar deudas de países, aceptan ese porcentaje brutal de interés. A la hora de cobrarlo van viendo, o se lo cobran a este gobierno el año que viene o se lo cobran al gobierno que viene, o al que les caiga peor o cuando necesiten hacer quebrar a un país. País al que van a hacer quebrar para… aparecer ofreciendo dinero de préstamo para pagarles a ellos mismos. Al 52%. ¿Entendés?

Es mentira que algo haya salido mal en el gobierno. Vinieron para esto, vinieron para robar, para llevársela, para negociar por arriba, muy arriba, entre la caja de un país rico contra fondos de inversión. Se la reparten, en el camino ministros y empresarios se quedan con una tajada millonaria en cuentas personales, y en dos años están en el Caribe tomando un fernulo revisando en una app en el celular cómo crece su guita.

Es mentira que Vidal ya tenga la elección ganada o que tenga altos márgenes de votos. Es mentira que tiene incluso imagen positiva: es un concepto que están instalando mediante dinero, a periodistas pagos, para instalar a un candidato a lo largo del tiempo. Vidal gobierna mal, tiene la inseguridad por las nubes, no resuelve ningún conflicto gremial ni con docentes ni con nadie, hay cortes de luz, inundaciones, y están haciendo tareas de “bacheo”, de tapar algún agujero, no de hacer calles, de crear nuevos caminos donde no había. Pinta una esquina de amarillo, hace una bajada para silla de ruedas, tapa un agujero y te dice que hizo una calle. Chamuyo.

Es mentira que les preocupa la gente. Les preocupa el dinero, el suyo, y les preocupan los kirchneristas. Usan al kirchnerismo como si fuera algo malo. Dicen “detrás de esa marcha está el kirchnerismo” o “detrás de ese paro está el kirchnerismo”. Y sí. Detrás de cada reclamo, está el kirchnerismo. Detrás de la lucha por los derechos de los y las trabajadores y trabajadoras, está el kirchnerismo. Detrás de la protesta para que estemos mejor, está el kirchnerismo. Nacimos así, con el corazón populista.

Es mentira que el sueldo le gane a la inflación. La inflación va ganando por goleada. El sueldo rinde menos. Podemos comprar menos cosas. Podemos consumir menos cosas. La pasamos peor.

Es mentira que no podamos tener una tele enorme, un celular buenísimo, salir viernes, sábado y domingo, ir a comer tres veces por semana, irnos de vacaciones, comprarnos ropa, zapatillas, jueguitos de play. Es mentira que no podamos tener la estufa prendida todo el año, es mentira que no podamos tener el aire acondicionado a 15°, es mentira que no podemos comprarnos comida al delivery todos los días. Es mentira que no podamos regalarle cosas a nuestros hijos, fiestas a nuestros nietos, e ir nosotros a buenas peluquerías. Es una mentira que instala el gobierno para que no te desesperes, pero en realidad podrías hacerlo si no fuera que el gobierno le permite a los empresarios llevarse más dinero y cagarte a vos. Los aumentos de luz, gas, agua, bondi y cosas, hacen más rico al empresario. Y nada más. Esos empresarios no les pagan mejor a sus empleados. No dan mejor servicio. No hacen mejores productos. Se la llevan y listo. Nunca un patrón porque gane mucho dinero de repente te da más plata a vos. Es mentira. Instalaron eso porque se aprovechan de poder arrebatarte en la cara la bicicleta de tu hija. Y porque se los permitís.

Es mentira que estamos mal pero vamos bien. Estamos mal, vamos mal, y vamos a estar peor. No hay salida salvo un cambio de ideología, un cambio de paradigma, un cambio en el sistema, en el corazón del sistema. Es una pelea de ciegos y locos, porque ambos consideran tener razón, aquella presidenta que tomaba medidas populares y que le daba dinero a la gente, y este presidente que toma medidas impopulares que no le da dinero a la gente. Esa es la imagen: una te daba plata, el otro te saca plata. Es mentira cualquier otra cosa. Las figuras retóricas de metáforas sobre fiestas, borracheras, pedirle plata al cuñado y esas idioteces te las dicen para que vos las asimiles rápido y no te vuelvas loco del dolor, la pena o la furia. Pero son mentira. No existen. La verdad es que una te daba plata, y el otro te la saca, y punto. Te la va a seguir sacando. Su idea es que tengas menos plata, lo avisaron y lo repiten todo el tiempo. Nunca jamás vas a cobrar mejor que lo que cobrabas, tu dinero no va a volver a rendir. Este gobierno piensa así. El gobierno anterior piensa que tenés que tener mucha plata en el bolsillo. Punto. Son ideas. Es ideológico. Son ideologías. Es política. Los dos tiene razón. Vos elegí: tener menos para tener menos siempre, o tener más para tener más hasta que venga otro que te la saque.

Es mentira que íbamos a ser Venezuela. No íbamos a ser Venezuela. No tuvimos nunca la situación social de Venezuela. No tuvimos nunca problemas de abastecimiento. No somos un país del caribe. No nos gobierna un militar. No vivimos de los petrodólares. No tenemos el mismo clima. No tenemos la misma cultura. No tenemos la misma idiosincracia. No le importamos a Estados Unidos. No somos Venezuela. No lo íbamos a ser. No lo vamos a ser nunca.

Es mentira que antes no había libertad de prensa. Antes había libertad de prensa. Cualquiera decía cualquier cosa. Nadie perseguía a nadie. A lo sumo alguien odiaba a alguien y lo decía. Y si te metían una inspección de Afip y tenías todo en regla no había drama, pero si estabas en off side tenías que pagar. No se le perdonó la deuda de Afip a nadie. Por eso ahora están en cana empresarios, porque quedó todo asentado, se prorrogó y le tocó a este gobierno cobrarlo: del mismo modo que le tocó un país con reservas altas y sin crisis social de ningún tipo, ni marchas todos los días por pan, paz, techo y trabajo como hay ahora todos los días en todo el país.

Es mentira que existan periodistas dignos o probos. Todos tiene precio. Las noticias que ves son compradas y vendidas. Los medios que lees son comprados y vendidos. Los señores y las señoras que escriben noticias son mercenarios que por dinero, mucho dinero, o por poder, o por ego, escriben lo que se les ocurre o les piden. Es mentira que alguien crea en algo de lo que dice. Trabajan con servicios de inteligencia o ni eso, que les mandan mails con supuestas investigaciones, que en realidad son datos que alguien tiene sobre determinado tema. La “reserva de fuente” cuando dicen que no la pueden revelar, es porque no pueden decir que fue alguien del gobierno o un espía el que les vendió el dato. El dinero lo pone el periodista para comprar la noticia, o la persona que quiere decir algo para comprar al periodista que con su cara y peinados preciosos, te lo dicen mirándote a los ojos a través de la pantalla de la tele.

Es mentira todo eso, y un montón de cosas más que ya no tengo ganas de seguir enlistando.