sábado, 26 de abril de 2014

minientrevista al Cuervo Larroque





Hace un rato, mientras preparamos todo para la jornada militante del domingo en el Central, llamé al Cuervo Larroque, en manos libres en el celular, y tipeé mientras escuchaba.
Estas son las respuestas. ¡Atención!


Yo: ¿Este acto es un relanzamiento de Unidos y Organizados?

Cuervo: No, es un plenario y está convocado como un plenario de la militancia que es más amplio.
La idea es hacerlo más allá de Unidos y Organizados para abarcar a todos los sectores.
No tiene que ver con el relanzamiento de nada, sino con convocar para que participen aquellos orgánicos y aquellos que por ahí no están encuadrados y que son simpatizantes del Proyecto.
Es una convocatoria abierta para poder escuchar y discutir desde una lógica que va a ser lo más horizontal posible, porque habrá paneles pero también todos podrán compartir con el otro y tendrán la posibilidad de generar una síntesis en distintas comisiones con vistas al futuro, con las características de un plenario.



Yo: ¿Contamos con que las conclusiones que salgan de los plenarios lleguen adonde tengan que llegar?

Cuervo: Sí, justamente se puede trabajar en distintos niveles, porque las conclusiones se pueden traducir en experiencia para la militancia y lo que se discute, puede servir para lo cotidiano. Y otro nivel puede servir para que lo aprovechen en la materia legislativa los compañeros en funciones que van a participar, concejales, legisladores, diputados que por supuesto van a tomar nota y obviamente también se puede traducir para que la tengan en cuenta en el ejecutivo, porque habrá funcionarios de gobierno, y se trabajará para que las conclusiones, se tomen en cuenta.



Yo: ¿Considerás que a partir de este plenario deberíamos sentar las bases para recuperar la calle?

Cuervo: Nunca hay que perder la calle, y de hecho creo que es el ámbito de la política.
De cualquier modo creo que no hemos perdido la calle y que ahí es donde nosotros desarrollamos a la política.
Si alguien piensa que la perdimos, habrá que recuperarla, y si hay que armar la presencia, bienvenido sea y siempre sin olvidar que la calle es el lugar natural de nuestro movimiento político.



Yo: ¿La idea es sostener esta actividad con alguna periodicidad?

Cuervo: Sí, por supuesto.
Uno de los planteos es que se reproduzca este tipo de plenarios regional y localmente en distintos puntos del país y que tengan una periodicidad que se estaría definiendo en adelante. Pero se ha entendido que por la respuesta a esta convocatoria, es necesario un lugar de debate así.



Yo: ¿Está descartada la presencia de Cristina en el acto?

Cuervo: Eso es algo que le corresponde definir a la Presidenta.



Yo: Listo, ¡gracias! ¡Nos vemos mañana! ¿Querés que te mande la nota antes de publicarla?

Cuervo: ¿Para qué? ¡No hace falta! ¡Nos vemos mañana!


jueves, 24 de abril de 2014

cambio es el nombre del presente



Cuando Néstor llegó con sus puños llenos de sueños y de convicciones que cargó en su corazón hasta el día de su partida eterna, nos dijo, con voz hermosa y problemas de dicción, que "Cambio, es el nombre del futuro".
Y ese futuro llegó (hace rato).

Este domingo en el Mercado Central y desde Unidos y Organizados, hay un gran, gran, gran encuentro de la militancia con vistas a reformular y fortalecer a la militancia toda, entendiendo al Frente Para La Victoria como la herramienta de este cambio que ya lleva 11 años de pie, con muchos aciertos y algunos errores, y con muchos derechos que muchos creemos adquiridos pero que todavía no lo son.

Porque un día puede venir el hombre malo, el hombre egoísta, el gorila y sacarnos a todos Tecnópolis: ese centro de gratuidad y negrismo hermoso, popular y nacional, para todos y todas.

Porque un día puede venir el hombrecito blanco, amigo de EEUU y congelar el monto de la Asignación Universal por Hijo, sin quitarla, sin pagar costo político, pero inmovilizando la movilidad de los que menos tuvieron, tienen y tendrán.

Porque un día puede venir la mujer rancia, maniquea y dueña de una histeria política aturdidora, y decir que Aerolíneas Argentinas es un gasto y vender a la línea de bandera para que la explote cualquiera.

Porque un día puede venir el hombre viejo, sin nada de hombre nuevo, y entender que el Estado es el gobierno y no que el Estado somos todos, y quitar al fútbol para todos y dejar el fútbol para algunos y chau.

Porque puede volver la privatización de todo lo nacional, y la frivolización tinellezca de la cultura.

Porque un día pueden volver los funcionarios voladores que en función de una pacificación que nadie quiere, perdonarían simbólicamente a todos los hijos de puta que nos mataron hace tantos años, durante la dictadura.
Porque me mataron a mí, te mataron a vos, lo mataron a él y la mataron a ella.

PORQUE UN DÍA PUEDEN MATAR A ZAMBA DE PAKA PAKA Y VOLVER TODO A FOJA DISNEY.
¿La habías pensado esa?
Paka-Paka, puede desaparecer. Va a desaparecer, si no somos nosotros.
Como tantas otras cosas.

Y por cosas como estas, y por 30.000 razones que faltan pero que siempre están ahí, este domingo nos juntamos.
Todos y todas.

En el lugar desde donde se busca quebrar la lógica empresarial que nos tiene esclavos de los empresarios: en el Mercado Central.
Todas las agrupaciones del país, van a decir presente, y no se van a quedar en eso: van a proponer, discutir, debatir, estar y no de acuerdo con la idea de país: ahora, jugamos nosotros, y llegó también tu hora.
Todas las agrupaciones van a tener mesas o stands así que vos, que no militás orgánicamente podés venir como si fuera una feria.
O como si fueran equipos de fútbol que están buscando jugadores: vas, mirás, te fijás qué te gusta más de cada una, en dónde podrías calar mejor, dónde podrías dar lo mejor de vos, cuál te queda más cómoda y en qué parte podrías aportar.

Y cuál te divierte más: no te olvides, por un segundo, que militar, es recontra divertido.

Va a haber funcionarios, diputados, militantes.
Porque todos somos uno y uno somos todos: vení con esas ideas locas que publicás en Facebook para solucionar al país, esas por las que te corren todos diciendo "Eh pero vos no sos el Presidente" y plantealas.

Vení con tus proyectos, tus ganas, tu amor por esto que no queremos perder: estamos a tiempo de ganar el partido y de que no nos roben la alegría.

Vení, porque te necesitamos y el país te necesita.

Dejá el biri biri. Jugate. Animate.

Vamos a estar todos.
Van a estar todos.

Y quién te dice, en una de esas... por ahí...

ella vendrá.


martes, 22 de abril de 2014

los maricas


"¡Regresen a los noventas! ¡Maricas!"


Este será un posteo mal hablado, de aquellos que solía escribir cuando no me importaba la corrección política.
Y bueh.

Todo empezó cuando publiqué en mi Facebook que escribiría algo que se llamaría "los maricas": mensajes privados y públicos no se hicieron esperar para condenar mi verba sucia, en la que, oh, los putos modos, hacían que el mensaje que yo quiera dar se vea enchastrado por usar la palabra "maricas".
Esto no lo invento yo y esto no lo escribo para hablar de los putos, gays o lo que carajo sea.

Un marica es otra cosa. Un marica es un cobarde.
Y si algún puto se siente ofendido porque a un posteo que no habla de ellos o ella se llama "los maricas", es problema de ellos y no mío y mucho menos de los MARICAS que son los COBARDES.

Dicho esto, le mando un fuerte abrazo a todos y todas y empiezo a escribir.
MARICAS.

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De un largo tiempo a esta parte, muchos que se decían compañeros aprovecharon la derrota bonaerense en las elecciones de medio término de 2013 para salir corriendo al grito de "yo siempre fuí crítico del kirchnerismo", "yo nunca fuí peronista" y los más osados alardean de "yo jamás dije que era kirchnerista".
Otros, en cambio, te dicen "yo era kirchnerista hasta que dejaron de ser kirchneristas los kirchneristas", o "el gobierno dio un giro a la derecha" (SIC) y muchos te dicen "no me alcanza la plata a fin de mes".

Todas, visiones citadinas de la realidad.
Muchos porteños o bonaerenses, al ver que el 2015 será el invierno del kirchnerismo, en lugar de trabajar, militar y profundizar las ideas y los hechos para cambiar esa realidad, optan por dos caminos lamentables: creer que como Scioli mide bien tienen que jugar ahí o tirarse del bote para poder decir mañana, en quizás una oficina de telemarketing o vendiendo panchos en la estación, que ellos se fueron del kirchnerismo antes de que se caiga.
Ambas cuestiones, tienen que ver con una sóla cosa: con la vida real.
A muchos y a muchas les gustaba estar con el caballo del comisario, medirse en la vida como amos y señores de la democracia, y ser, en todas las canchas, ganadores: esto explica tanto el boom del kirchnerismo en 2010/2011 como también que Roger Waters haya hecho decenas de estadios: en ambos casos, nadie sabía bien por qué tenía que ir a esos lugares pero iban igual, porque estaba bueno, porque todos lo hacían y porque el márgen de conflicto era nulo.
En un escenario de esas características, es fácil ganar y estar del lado de los lindos.

Todos esos, maricas, ahora ven en el gobierno a un agente externo: te hablan de lo que hacen "ellos" respecto a los poderes y ministerios, cuando hace menos de un año te decían "nosotros". 
En algún momento, esa magia campeona se quebró y todos esos y esas, maricas, percibieron que el "ellos" de ahora siempre fue "ellos" como algo ajeno a uno, o por el contrario, decidieron unilateralmente que todo lo bueno es "nosotros" y todo lo malo es "ellos", aún cuando se trata del mismo sujeto de análisis.
Y cuando el Estado, siempre, en las buenas y en las malas, somos todos.
Preocupa ver a actores sociales que se suponían militantes (SIC) hablar de "el problema es el otro", en una claqué analista de perogruyo con números, datos y estadísticas arbitrarias, que pueden o no tener razón en determinados escenarios, pero que nunca, y repito, NUNCA, van a tomar como algo bueno a nada del gobierno: sería genial recordarles que eso que hacen, es a lo que antes llamaban gorilismo, y a lo que yo llamo MARICAS.

Compañeros y compañeras que aún te militan en la cara, se hartan de todo lo que no está bueno: cosa más que lógica, puesto que nadie quiere obediencia debida, mucho menos yo, juajua.
Así, con ese piso extremadamente alto que puso el kirchnerismo desde 2003 hasta ahora, cualquier cambio absolutamente insustancial lo consideran una bajada de bandera (no de taxi), una entrega a la derecha, una cuestión sólo comparable a Hitler himself y una bajada de lienzos antes el FMI, las Malvinas, Chevrón, Rockefeller, Duhalde, el zabeca de Banfield y otras tantas cosas que tienen que ver más con un librito de piratas o de aventuras de los 40 que con la durísima realidad.

Porque la coyuntura y la realidad, es mucho más dura de lo que quisieramos que sea.
Y en esa dureza, es que nos encontramos con paredes, con cosas que nos duelen, con cosas que no compartimos del todo, y con situaciones que no tenemos que necesariamente celebrar, pero que tenemos que entender que cuando las criticamos abiertamente, le estamos haciendo un profundo mal a la única persona que debería interesarnos como actor fundamental del cambio: a nosotros mismos.

Cada vez que escribimos que algo no nos gusta, un poco lo hacemos por la comodidad intelectual de sabernos sanos y pristinos, amigos de todo lo bueno y blanquitos como la leche.
Cada vez que nos hartamos de alguna cosa, sin considerar cómo fue siempre en todo el país (por ejemplo, los piquetes regulados que en el interior ni se regulan sino que te cagan a golpes, con suerte), no hacemos más que demostrar la vagancia militante de estar acostumbrados a que nos rasquen, pero ahora que nos tenemos que rascar nosotros, nos pica el doble.
O cuando consideramos que Chevrón o el Club de París o lo que fuera que nos hace sentir menos cubanos y nos achica la barba revolucionaria, quizás ni pensamos que Néstor, nuestro único héroe en este lío, lo que hizo fue pagar y pagar y pagar y pagar porque era lo que correspondía. Con una quita importante, sí, pero lo que hizo, fue pagar. Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política, es lo que había que hacer. 
Y ahora, es lo que hay que hacer: negociar con los poderes de porquería, como maricas.
Salvo que nos hayamos creído en verdad, desde la comodidad de nuestras casas, que estábamos haciendo la revolución guevarista cuando los y las que gestionaron, fueron otros y otras y nosotros todo lo que hacíamos era ir a la plaza, escribir blogs, compartir fotos de Cristina y hacer fiestas kirchneristas.
El ellos y el nosotros, y todo lo que dejamos atrás, ¿No?

Eso sí: podemos usar y abusar de Néstor todo lo que querramos, por la positiva o por la negativa: en manso matete nos hemos metido, que podemos usar la frase de "No quiero tropas disciplinadas que a todo digan que sí", tanto para criticar a Milani como para celebrar a Milani, como para criticar a los críticos del paro docente, incluso para criticar al paro de Moyano y MAFIA Barrionuevo o para justificar insultos a la Presidenta o para atacar a Bergoglio o estar a favor del aborto. O en contra. Vaya uno a saber. Maricas.

Así y todo, el momento es oportuno: es ahora cuando hay que recuperar a todos los maricas que se fueron.
Es ahora cuando hay que hablar con todos los demás que siempre estuvieron más o menos ahí.
Es ahora cuando todavía hay tiempo de hablar de kirchnerismo.
Es ahora cuando estamos a tiro de hacer de esto algo eterno, y que la revolución de los sueños despierte en milllones de sonrisas.
Es ahora cuando peor estamos y cuando más nos odian a nosotros, que somos el kirchnerismo, que tenemos que agarrar una libretita y comprender que entre lo posible y lo factible hay un trecho de hechos que o lo hacemos o perdemos.
Es en este momento puntual, cuando tenemos que analizar punto por punto qué carajo fue lo que nos enamoró de Cristina y si eso que nos enamoró sigue estando o ya no está más.
Si no hay más inclusión.
Si no hay más AUH.
Si no hay más netbooks.
Si no hay más YPF.

Si no hay más militancia.

Es ahora.
Es hora de despertar del sueño que nos propuso Néstor.
Y empezar a militar más que antes, porque lo bueno, sigue siendo lo bueno y lo que creemos malo, siempre estuvo ahí.

¿Te animás o vas a seguir haciendo posteos de facebook a favor o en contra, cosa que no cambia al país de ningún modo, ni por la buena ni por la mala?

No seas marica.
El kirchnerismo te espera.

YA.

Sacá todo lo que te cuentan.
Hacé un desnudo intelectual y fijate qué estás haciendo, si estás construyendo, si estás destruyendo o si estás haciendo un papelón.
Si sos una despechada o si sos una vaga.
Si te gustaría que el gobierno siga haciendo cosas para poder decir que las hacés vos o te gustaría hacerlas a vos y quedarte con toda la gloria o el fracaso.
Si estás listo para jugar a este juego o si te creés que siempre fue un juego.
Si esperás al 2015 para olvidarte y meterte en la madriguera o si estás listo para resistir con amor.
Si seguís siendo kirchnerista o si nunca lo fuiste.

Dale.

jueves, 10 de abril de 2014

huelga vaga



La mafia sindical lanza una huelga vaga en la que acuerda con el Partido Obrero y toda la troska infumable y quieta, piquetes para poder congelar una ciudad.

Sí, una ciudad: el país no se enteró de esta paparruchada y la mella que se buscó no alcanzó a ser la que pensaron que sería.
El mafioso Luis Barrionuevo, junto al runfla Miceli y al ex-peronista Hugo Moyano, pretendieron generar un colapso nacional que no les salió. Así de simple.
La mayoría de los negocios estaban abiertos, la ENORME mayoría de los trabajadores querían ir a trabajar y ellos les prohibieron poder viajar en transporte público subsidiado por el Estado Nacional y otros tantos trabajadores que en efecto, se adhirieron al paro, lo hicieron en nombre del feriado, de no ir a laburar y de poder pasar un día con sus hijos o en calzoncillos frente a la televisión, viendo películas o cualquier cosa que no tenga que ver con el paro.
Esto, fue así.
Al no haber marcha ni movilización ni acto, todos los vagos, incluídos los mafiosos, los runfla y los ex-peronistas, no tuvieron que hacer más nada que mandar a un par de matones a cerrar puertas y bloquear caminos. Ellos, no, comieron ricos chorizos a la pomarola con agua mineral, emborrachados de dinero en sus puestos de Secretarios Generales, votados por sus representados, que si bien muchos ganan más o menos, otros ganan muy bien, ninguno gana como Miceli, el MAFIOSO de Barrionuevo o como Moyano.
Lo que sí es seguro, es que ninguno gana realmente mal: he ahí la buena labor que han hecho estos tres sindicialistas de huelga vaga, cuando el Ministerio de Trabajo y el Estado Nacional los atendió y les respondió sus reclamos, como siempre han hecho con todos.

Pero: estos tres vagos, pedían por la inseguridad: todos queremos estar más seguros.
Pedían por ganar mejor: todos queremos ganar mejor.
Y pedían por toda una perogruyada de señor en una esquina, de taxista, de colectivero en un cabaret: un pedido así, difícilmente encuentre resistencia en el hombre y la mujer de bien, en los que queremos un país mejor.
Lo que me pregunto ahora, es otra cosa.
Por caso: los docentes hicieron un paro bárbaro (en términos de barbarie) y ganaron de algún modo, con matices, la disputa. Entonces levantaron la medida de fuerza y ahora están trabajando, como corresponde.
Con un objetivo. Con una victoria.

Estos tres vagos, empujaron a un montón de gente a un PROBLEMA en el que no gana nadie más que ellos, y ellos tres, más algún otro chanta, como la gente de la UTA.
Porque mañana van a seguir laburando.
Porque no cambió absolutamente nada.
Porque lo único que hicieron, fue rascarse con las dos manos las dos pelotas.
Uno se las rascó al otro, todos se rieron, la mafia sonrió desde la oscuridad, y Massa, seguramente, en esa penumbra política de la que es protagonista, de derecha con cara de centro derecha, brindó con champagne: nadie será inocente y considerará que Graciela Camaño, la violenta esposa de Luis Barrionuevo y armadora política de Carlos Saúl Massa, estuvo ajena a la huelga vaga que armaron estos multimillonarios.

El tono general de cada declaración de estos tres vagos multimillonarios, fue de risas: celebraban, estaban felices. Si en verdad se sienten representantes de algo, deberían haber estado ellos en algún lugar menos cálido que una oficina enorme: como los milicos más aberrantes, mandaron al muere a sus bien pagos matones y a sus más o menos pagos EMPLEADOS a parar, quieran o no.
Estos tres cerdos, gordos engordados y atiborrados de comida y plata, seguirán siendo multimillonarios.

Del PO o de toda la mersa troska no sé si corresponde escribir demasiado: nadie elige nacer Pitrola o Wermus, y si algún pibe nace trosko, ya crecerá o le seguirá creciendo la barba. Estos caprichosos políticos, quedaron demasiado expuestos y demasiado en offside aliándose con los sindicatos que asesinaron a Mariano Ferreyra.

Párrafo aparte para el He-Man subdesarrollado del iletrado del Pollo "Richard Clayderman" Sobrero: ya dijo él mismo que le revolvía el estómago parar por orden de Barrionuevo. Aunque no haya dicho que fue "por orden de", si le revuelve el estómago e igual para, es porque es un servil orillero que rumia la carroña sindical, en un escenario que lo excluye un poco por ridículo, otro poco por inoperante, y bastante por pelotudo.

Así las cosas: este gobierno sigue siendo gobierno y lo seguirá siendo al menos hasta 2015, mañana la gente irá a trabajar, estos tres lechones seguirán siendo multimillonarios, Barrionuevo seguirá siendo un MAFIOSO, Miceli seguirá siendo un payaso de la claqué de Moyano, y Moyano seguirá siendo ex todo, derrotado y ridiculizado, panelista de TN, o algún otro curro que seguramente, no encontrará refugio en la cada vez más adelgazada y bronceada carrera lenta política del analfabeto de Facundito Moyano.

En todo este paro, el único perjudicado, fue el verdadero trabajador.

sábado, 5 de abril de 2014

imagino a los bastardos



¿Qué tiene en común Justin Bieber con una nena pobre de La Matanza?
Que a ninguno de los dos les importa la política.

Vivimos sumergidos en una cápsula sin tiempo en la que términos que a cualquier persona le podrían resultar extraños e indiferentes, para nosotros es algo decidor y profundo.
La abrumadora mayoría de las personas de este país no saben qué es Vatayón, qué es Larroque, qué es Recalde, con quién está Massa, de qué trabaja un diputado, qué función tiene un concejal, con qué se come un comunero ni para qué sirve el PJ. Muchas personas saben apenas qué es cada una de estas cosas y muchos otros le dan una relevancia casi de pánico: “Lo dijo Máximo”, “Está cuarto en la lista”, “Se desintegró La Güemes” y cosas de minorías, dichas con la soberbia del terror y la autoridad de taxista que te lleva adonde quiere y te cobra con leyes de libre mercado.

Los Red Hot Chilli Peppers movieron más o menos sesenta mil personas, el Indio Solari va a mover más o menos doscientas mil personas y en Plaza de Mayo, entran unas ciento cincuenta mil.
El país tiene más de cuarenta y cuatro millones de personas y el mundo tiene, aproximadamente, siete mil doscientos millones de personas.
Una agrupación política por unidad básica tiene más o menos entre treinta y sesenta personas.
Una agrupación nacional, no sé cuántas personas puede llegar a tener pero seguro no te llenan un recital del Indio Solari.
Entonces, cuando hablamos de las cosas que son importantes, a veces, creo, las vemos con una visión morigerada por uno mismo, con un ojo para mirar al otro y el otro ojo para mirar a uno mismo y satisfacer las necesidades propias, egoístas y personales, tengan o no estas una misión colectiva.
Queremos ser buenos, queremos ser mejores.
Queremos ser algo que no somos si no hacemos.

Pero los jóvenes en su más grande mayoría no están con la política como nos gustaría que suceda o queremos creer.
Tenemos la capacidad de ver a nuestros jóvenes, los que nos rodean.
Les decimos a todos, jóvenes y viejos, que el único camino es la política y nos enojamos, insultamos y ponemos como locos malos cuando personas que no tienen un gran nivel de politización en su discurso o en su modo de vivir, le echan toda la culpa de todo a Cristina: al uróboros lo criamos nosotros, le dimos de comer nuestra propia cola y ahora, la patria es el otro.

Así, avanzamos día a día con importancias de señores y señoras, mirando tan de cerca a las cosas que a veces, no logramos separar la nariz de la flor del que tenemos al lado.
A veces me dan ganas de pensar que todos somos importantes, pero muchas veces me doy cuenta que en realidad ninguno de nosotros ni nosotras somos importantes.

A duras penas, a veces, podemos ser protagonistas de nuestras vidas.
El resto, claqué de un circo mucho más grande en donde pocos se hacen ricos donde muchos se hacen pobres, y vamos por ahí regalando dignidad en la pobreza, entregando lo único que tenemos que es la vida (y de mentira, y eso es nada) y otras veces entregando lo que le sobra al bolsillo de la campera que nos abriga cuando llueve y hace frío.
Se filosofa hasta el paroxismo cuestiones muy básicas como comer o no comer, tener o no tener, y a veces, los más pornográficos, especulan con el ser o no ser. Pero la gente espera, no sale a buscar, y nosotros podemos ser esa gente que espera pero elegimos ser los que acercamos lo que muchos no se animan a buscar, y buscamos ir sin juzgar, en silencio, con la nuca mordida y la espalda fajada a palazos por una runfla infecta burocratizada de miserables enanos grises compañeros de cabello limpio sin tiempo para vivir, morir, amar, reír, traicionar, tropezar o blasfemar a sus propios dioses de lista completa.

El suelo y la tierra, bien gracias, sigue siendo suelo. Y sigue siendo tierra.