lunes, 1 de noviembre de 2010

EL SAYO.


























Eso.
El sayo.
Al que le quepa, que se lo ponga.
O el saco.
O la remera.

O la camisa, pero que esa, mejor, se la saque.

Porque parieron una cosa esta gente del sur, y lo que parieron tiene nombre de movimiento histórico.
Todos los 678eros ahora pueden levantar banderas con la cara de un político y no sonrojarse, como lo hacían cuando se aterraban, rojos de furia, al saberse debajo de una bandera
de "Juan Carlos Perón".
Era así. Estaban ahí. Estaban acá.
Pero les picaba porque tienen esa inmirable idealización imperfectible de la política de tazas y té: existió el Perón malo. Claro.
Néstor malo no hay ni hubo, ni habrá: se murió.
Y si se mandó un cagadín, bueh, no es para tanto.

Y ahora se sienten parte de una cosa.
Y esa cosa es un cacho de Néstor Carlos.
Y esa cosa es buena.
Y esa cosa es Peronismo de paladar negro, le guste a quien le guste y le joda a quien le joda.
Aunque se llame Kirchnerismo, viste, ojo.

Pero por suerte los hombres no son dueños de la historia ni de los hacedores de la misma, porque justamente, los hombres y las mujeres son la historia, entonces qué les vas a ir a retocar los recuerdos, si los tienen amoldados a sus vivencias.

Por eso, ahora tenemos esto, un Néstor, un mártir, un prócer, un héroe, un caído en desgracia que murió por nosotros.
Bienvenida la necrofágia y malvenido el enorme precio que hemos tenido que pagar como país para advertir que sí, el Flaco era del palo, el Flaco dejó mucho y el Flaco hizo un montón.
Bienvenidos los abrazos y los besos y las ganas de militar.

Bienvenida la inclusión en todo campo: desde la militancia, desde la red, desde la calle o desde el recuerdo.

Es la hora de jugar y de dejarse de pavadas, che.

Tomemos por caso a La Cámpora.
Ahora resulta que todo el mundo dice "ohhhhh, el horroooooor".
En qué parte La Cámpora se convierte en el monstruo?
En qué parte Máximo como "amigo" de La Cámpora es algo negativo, siendo que es el hijo de Néstor Carlos y por consiguiente, Néstor Carlos quería y quiere mucho más a su hijo que a nosotros?

Quién nos pone la casaca del juicio y de la verdad y peor, quién nos hace mirar con soslayo algo que no comprendemos pero ni de lejos?

Podemos, sí estar en desacuerdo con los colores, los chalecos, la manera de manejarse.
Pero a no confundir, La Cámpora es amiga y compañera: es la orga más grande, y no necesariamente eso la hace la mejor, ojo.
Pero si empezamos ahorita mismo con el pelotudeo y la desconfianza, el fuego que se encendió con Néstor, lo apagamos con el estúpido orín del ego y el protagonismo de marquesina que todos queremos tener desde nuestras personas, desde nuestras orgas o desde nuestros baños con radio AM encendida mientras hacemos lo segundo.

Por mi parte, seguiré mano a mano y codo a codo y beso a beso y vino a vino con Los Negros de Mierda, que dicho sea de paso, es muchísimo más que un nombre pintoresco, gente que hace fiestas o negros que se dedican a la joda.
Arrimate y vas a ver.

Pero arrimate.
Acá.
Allá.
Armá tu orga.
Pero militá por la papa de tus hijos el día de mañana.

O quedate mirando todo por televisión y comprate hilo y una aguja esterilizada para CERRAR LA BOCA.

2 comentarios:

Lic. Ramiro García: dijo...

verguenza le darías a tu tía gorda y bigotuda y eso es motivo de orgullo. Abrazo nene.

Unknown dijo...

Bien nene. Te sigo debiendo abrazos.

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