lunes, 1 de noviembre de 2010

YEGUA.






La yegua ésta, no tenía porqué contestar nada, decir nada.
Podría haberse pedido una licencia, podría yo ponerme a guglear a ver si algún otro presidente en la historia resolvió todo tan rápido y tan efectivamente o qué carajo.
Podrías vos decirme que bueno, para eso la votamos pero yo también, si quisiera, podría mandarte a la puta que te parió y cagarte a trompadas en el suelo.
Podríamos decir que esperabamos algo... más duro, más firme.
Podríamos entonces decir luego, que deberíamos haberla visto enojada, y luego podríamos, en tal caso, leer análisis sesudos acerca del poco amor que demuestra la presidenta.

Podríamos no pensar en esos hombritos que inhalaban y exhalaban con esfuerzo, y podríamos no habernos detenidos que cuando hablaba de ella, mira al suelo y cuando habla de nosotros, de vos, de mí, me mira directamente a la cara y el cuello ese, tan hermoso, se pone firme, quieto, perfecto.

Podríamos no tomar en cuenta que confunde "equipos" con "partidos" y podríamos entonces creer que bueno, para ella la vida es la política, y que para ella, la política es la vida como fue para su marido la muerte y la inmortalidad.

Podríamos no remarcar que nos enseñó a todos nosotros, hombres probos y bien nacidos, con agallas y coraje, barbas y bigotes, que no es lo mismo la dificultad que el dolor.
Historiadores, niños, niñas, escuchenlo bien y aplíquenlo a toda su vida: NO ES LO MISMO LA DIFICULTAD QUE EL DOLOR.
Es una invitación a no caerte nunca, y a saber que te va a costar un montón hacerlo.

Podríamos no tener en cuenta que tiene los Rosarios, que nos miró a los ojos y que me habló a mi, no a vos, a mí.
Y después a vos, y me dió celos, casi tantos como cuando le habló a ella, ni a mi ni a vos, en ese ratito que abrió la puerta para venir a darnos tanto... amor.

Podríamos también, no tenerla como Presidenta.
Y ni pienso hacer un "supongamos" sobre eso, porque me dentra una mezcla de espanto, risa y ganas de vomitar.
Prefiero ahogar ahora todo escenario que no es ni nunca será, porque ésta es la única verdad, con este orgullo que siento por la Madre Patria, por Mamá Cristina.

Gracias, Jefa.


7 comentarios:

Puck dijo...

Gracias!

Stella dijo...

Nadie se atreva, a tocar a mi vieja, porque mi vieja es lo más grande que hay!!!
La amo!!!

argentinolibre@hotmail.com dijo...

aprovecho que se te puede insultar
¡Qué lindo escribís, boludo!
¡Qué bien me hiciste sentir!

Gracias

Shisitox dijo...

Muy lindo la verdad, me encantó, lo que dice y cómo. Adhiero totalmente. Además, que bajo eso de analizar formas en un momento así. Nada les hubiera venido bien. Tengo la ilusión de que en el fondo quienes la atacan la admiran tanto como nosotros...

Eliana Olmedo dijo...

Mas claro imposible pibe. La vieja esta, la amo. Para mi es la mujer perfecta. Inteligencia y belleza no se encuentra en las mujeres. En ELLA si. La amo.

Adriana Ferrari dijo...

Tu escritura Hank es rara, genera cosas raras, eso de hacer pensar y de sentir sin pensar en otra cosa que el más puro sentimiento.
Tu escritura es rara porque te hace leer muy quieta hasta el final, casi sin respirar y te moviliza internamente agitando todos los sentidos.
No dejes de escribir así, porque sacás lo mejor de los que te leemos!!

Anouk dijo...

Ella es simplemente : UNA EN UN MILLON !!!!!!!!!!

Publicar un comentario