No me preocupa el ensayo y error, si se ensaya por algo pulenta.
No me preocupa la buena voluntad ni ningún hecho revolucionario.
No me preocupa el calor, si todo lo tibio es una nada.
No me preocupa un logo, si lo que hay detrás es una bomba.
No me preocupa una patriada, si se hace con convicción.
No me preocupa un gaucho con un cuchillo entre los dientes contra un ejercito, si al gaucho el cuchillo se lo dimos todos y al ejercito, bueno, el ejercito es siempre el ejercito.
No me preocupa que nuestras cuerdas vocales quieran hacer una nota dificilísima, si todos los demás botarates andan silbando bajito.
No me preocupa, eh, ni un cachito.
Me preocupa una horda de chotos que se mueren por estar en ese lugar que salen ahora a rasgarse las vestiduras pero se mueren por estar en la tele.
Me preocupa todo un plantel de fracasados que salen con el eticómetro a decir qué está bien y qué está mal, muuy policialmente, muy de yuta, de cobani.
Me preocupa todo el que sale a chillar como un bebito y no respeta ni las grietas de esa cara, de esta cara, de esa mirada cansina y estratégica.
Me preocupa que muchos de esos, no vean la jugada y le hagan el caldo gordo y el juego del juego a la derecha, tan remanido y hoy, real.
Eso me preocupa.
Pero todo lo demás, no.
Todo lo demás, me gusta.
A eso en otra época o en una esquina, lo llamamos ser macho.
2 comentarios:
Bien trosko lunar! bien 100 veces bien.. ¿desde cuando somos radicales nosotros? je
ajajaj muy buena onda, Aguante García!
Publicar un comentario