Y porque tiene razón y porque del otro lado tenemos a un escupidor pedazo de mierda.
Porque esto es como la política, como la vida, como la minita que te volteás o no te volteás: un subeybaja.
Porque imaginate, no? Un subeybaja.
Yo subo si vos bajas, el sube si aquel baja, pero ambos empujan, ambos negocian, ambos se miran, ambos se ven, uno hace fuerza, el otro mucho no se la lucha entonces luchan y claro, de nuevo, uno queda abajo, y el otro arriba, hasta que uno de los dos se enoja o se acobarda y chao, no hay tutia, se perdió todo y ese se va.
Y sabés qué pasa cuando uno de los dos pujantes, de las dos fuerzas, se baja?
Pasa que vos te caés.
Y cuando te caés en el subeybaja, te quedás abajo.
Nunca pienses que no es necesario el de enfrente, no.
Nunca pienses que no necesitás confrontar, nunca pienses que mejor si todos leemos el mismo diario, cambiamos al mismo canal y hablamos el mismo idioma.
Porque cuando estás sólo, en este subeybaja, lo único que te queda es caerte y desde ahí, subir un toque y caer de nuevo.
Es la gravedad, viste.
La gravedad de tu vida.
La gravedad del tiempo este que vivimos.
La gravedad como cosa grave.
La gravedad como cosa grave.
O aguda.
Y entonces vamos, vemos, le dedicamos el posteo al amigo Pajaronauta y le decimos con cariño que sí, que esto es una carnicería, que la grieta está acá en tanto y en cuanto todos seamos, más, o menos, dependiendo, un cachito mentirosos.
Pero por suerte hay animales, seres primales y básicos, nutridos con las historias de la vereda y el cordón duro donde cabeceamos, que vienen y nos cachetean y nos cuentan que no, que se puede ser sincero, filoso como una cuchara destrozada por el óxido y que eso, es la posta.
Uno y uno son dos.
Es así de corta.
Mientras tanto, en Egipto, un montón de tipos contra tipos la pelan y se la miden, se las cortan y la gangrena se hace muerte.
Y más acá, desentierran un misterio de mierda, buscan un cadáver que es bandera, y todos nosotros, convidados de roca y telgopor, observamos y esperamos para descubrir que no es casual que este asunto salga en 2011.
Sólo nos queda esperar a ver a quién le tiran los huesos corroídos de Julio López.
2 comentarios:
Se me está haciendo un costumbre y de las gratas leerte...
Mil gracias por el aporte
Muy bueno, Hank! Cuantas veces quise decirle esto a un gomia y no me salio...no supe como. Y ahora vos me enseniaste.
Gracias
Sara Hustizia
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