martes, 27 de noviembre de 2012

Néstor Kirchner, la película




Entiendo que quizás una crítica a esta altura del partido, sea algo que ya queda viejo, pero vayan a quejarse a Arnet, a Tel Mex y a todos esos que me dejaron sin internet en Santos Lugares, viejo.

Así las cosas, no quería dejar pasar la posibilidad de decir algo sobre esa película.
Y todo ese algo, será lo siguiente:

Es una película militante.
Es una película que a nosotros nos emociona y nos parte al medio de principio a fin.
Es una película que cuenta con el valor agregado y muy interesante de ver a Máximo Kirchner diciéndoles a todos, diciéndonos a todos, que pase lo que pase no hay que aflojar nunca.

Es el "No nos han vencido" llevado a lo contemporáneo, la realidad efectiva de la militancia y una oda enorme a la voluntad y a los símbolos.

La película desnuda como nunca, el enorme valor y peso concreto que los Kirchner siempre le dieron a la simbología y a los gestos como transformadores reales de la política, y con eso, de la vida de todos y cada uno de los y las habitantes de la Argentina.

Las manos nerviosas, las miradas de costado, las múltiples expresiones en una caminata de menos de 50 metros, el hecho real de pararse sólo como un hombre frente a miles y miles de soldados juntos y con armas para decirles que no les tiene miedo.
El relato de los familiares que cuentan justamente la historia de un hombre, y la demostración empírica durante toda la película de que se trató siempre, de un hombre, que será nuestro único héroe (hombre) en este lío que nos tocó vivir, pero que era un tipo, de carne, hueso, llanto y sonrisa.


Por eso, la película sirve.
Y es entretenida, lo cual no es poco.

Es comprensible también, que Jorge "no trabajaría nunca en Clarín" (Revista Noticias, Octubre 1996) Lanata diga que no le gustó.
Que se enoje.
Que le ponga "the movie" luego de decir "Néstor Kirchner".
Que le pique.
Que le moleste.
Que le duela.

Él va a tratar de decirnos que es porque no está de acuerdo con cuestiones políticas que tienen que ver con cosas que no aparecen (no tienen por qué, es una película para nada neutral y nadie oculta eso) y esconderá que escribe y dice lo que dice por las jugosas sumas de dinero que le aporta laburar para Clarín.
Lanata, va a tratar de mostrarse como siempre, como un paladín de la verdad, y termina siendo un Paladini de mentira.

Porque lo que en realidad le jode, es que vayan desde las agrupaciones, cada individuo garpando su entradita, como acto militante, a pasarla bien.
Porque lo que no logra entender, es que la cultura también es política y que militar, es divertido.
Porque le da asco ver a pendejos, parejas, personas, hombres y mujeres que van ahí a ver a Néstor, y que todos los que van a ver la película, son personas que quieren al kirchnerismo: esa película no genera espectadores de odio, como podría suceder si se proyectara una película sobre, no sé, Bush.

Nadie va al cine a pasarla mal.
Un gorila de sombrero y placa, con su mujer gorila, no van a ir a ver la película de Néstor.
No la van a querer pasar mal, después de ir en su auto al shopping, comprar unas cuantas cosas, comer rico y terminar con el cine, so pretexto de terminar en un hotel alojamiento para no molestar a los chicos.

Es el mismo criterio que aplican ellos, los gorilas, cuando cambian de canal al ver que empieza Cristina a hablar, o que no miran 678 porque "mienten".
Nos odian.
Les dolemos.
No nos quieren ver, ni escuchar, nos quieren matar, nos quieren denunciar, nos quieren callar, nos quieren hacer desaparecer, y no logran entender que la democracia es esto.

De cualquier modo, todo eso, junto, no es lo que le pica a Jorge Lanata, el Dario Gallo bueno del Grupo Clarín.

No.

Lo que en realidad le pica y mucho, es que la película de Néstor haya metido más de 60.000 espectadores desde que estrenó hasta el fin de semana (según números leídos en la web de Clarín, donde me informo habitualmente) y que ese número seguramente se sostenga.
Le duele que posiblemente se convierta, Néstor Kirchner, la película, en el documental más visto de Argentina, y que ya sea, seguro, el documental con mejor arranque.

Y le duele, ¿Sabés por qué? Te lo pregunto así, como te lo preguntaría él.
Porque el propio Jorge Lanata, cuando sacó su documental llamado "Deuda", metió 10.600 en su primer semana de estreno.

Mirá, Jorge:





Seguramente se podrá argumentas que fueron menos salas.
Pero una persona no es idiota.
Si se estrena en una sala, y la gente va, es porque hay interés.
Ah, y esa semana, Jorge, no competías contra Crepúsculo, eh.
Competías contra "El embajador del miedo", y contra "Camino hacia el terror".
Acá te dejo una crítica (palabra que se sabe, te hace demasiado ruido), sobre la película, hecha en tiempo y forma, allá por 2004 cuando Lanata era anti Clarín:


Crítica de Hugo Zapata

La ópera prima de Jorge Lanata se llama DEUDA, pero tranquilamente se podría haber titulado "¿Por Qué? The Movie", ya que básicamente lo que hizo fue llevar su ultimo trabajo en televisión a la pantalla grande con algunos cambios desde los artístico. La sensación que queda al ver la película es que en la productora Patagonik, a alguien se le ocurrió hacer el Bowling for Columbine argentino y lo llamaron a Lanata para hacer este documental que terminó siendo sumamente decepcionante. Desde lo artístico el film está bárbaro y junto con Trelew, de Mariana Arruti, es de lo mejor que se vio este año en el cine. Lo bueno de DEUDA es que tiene un buen cuidado de la imagen y esta muy bien musicalizado con temas de Molotov, Árbol, Bersuit y Gustavo Santaolalla. Se destaca una secuencia de animación donde el periodista explica como funciona la desnutrición en el cerebro, que recuerda a la película de Richard Linklater, Despertando a la vida. Desde lo artístico está todo bien, el problema es la investigación periodística que no aporta absolutamente nada. A lo largo de la película, Lanata viaja por Europa, Estados Unidos y Tucumán, para mostrarnos que en esa provincia argentina hay familias que viven en condiciones terribles, que hay chicas embarazadas desde los 14 años, que en Washington también hay pobres y que los empleados del FMI son un grupo de ratas burócratas. ¿y? Ok, es cierto que la Deuda Externa, es ilegal y en estas últimas décadas produjo todo el desastre con el que convivimos a diario, pero eso ya los conocemos. Parecería que hasta que él no lo muestra en una película o en un programa de televisión todas esta cosas son desconocidas para el resto de la gente y no es así. Lo mismo ocurrió hace un tiempo con la nena tucumana Barbarita (a la que tanto le habla en el documental) que hasta que no apareció llorando en su programa "Detrás de las Noticias" la desnutrición no existía en Tucumán. No jodamos. Con la misma temática, la película de Diego Muziak, La Mayor Estafa al Pueblo Argentino es ampliamente superior y por lo menos te nutre con información que la mayoría de la gente desconoce como la historia de caso Olmos, el periodista que probó que la deuda es ilegal y presentó pruebas en la Justicia. Esto en DEUDA se toca por arriba porque la propuesta que ofrece el film es ver como Jorge Lanata juega a ser Michael Moore, a quien como documentalista no le llega a los talones . Lamentablemente, el film de Muziak (que DEUDA toma como fuente) no logró trascender en los medios como se merecía simplemente porque era un producción independiente y no contaba con la banca del Patagonick Film Group, que le hubiese dado un mayor soporte publicitario. Ojo, nadie discute que Lanata es un grande del periodismo nacional pero desde hace un tiempo su personaje se lo devoró por completo y con esta película volcó. Una cosa es respetarlo por lo que hizo y otra muy distinta es rendirle culto como hacen algunos de sus compañeritos. Desde el contenido, lo más importante que aporta el film es que existe en Argentina una persona más egocéntrica y narcisista que Mirtha Legrand. Su nombre es Jorge Lanata.


Es curioso que mucho de lo que Lanata le critica a le película, esté acá casi literal. Incluso el "The Movie".
¿Le habrá quedado atragantada esta crítica?
Es posible.
No es de cualquier sitio.
Es de acá: http://www.cinesargentinos.com.ar/pelicula/1384-deuda/
Y es un sitio muy revisado y visto por quien quiera enterarse sobre noticias relacionadas al cine, próximos estrenos y claro, críticas.

Otra crítica:


DEUDA
Argentina, 2004

Documental dirigido por Jorge Lanata y Andrés Schaer.


La figura de Jorge Lanata es, desde hace más de una década, algo así como el prototipo del periodista independiente, quijotesco y dialéctico. Su inmolación en favor de causas humanitarias y frente a la corrupción es su carta de presentación y quizás el punto de partida de todas las comparaciones con Michael Moore. Pero este perfil de libre-pensador-justiciero no es mérito enteramente propio. Desde el menemismo en adelante se vio favorecido por un paulatino estancamiento crítico del medio televisivo que, privatizaciones y negociados mediante, prefirió evitar problemas y relajarse en las suaves comodidades de la complacencia, la trivialidad y el oficialismo más llano, que llega al paroxismo en la actual gestión de Néstor Kirchner. Ante tal demostración de entrega, la monolítica figura de Lanata ganó adeptos, credibilidad y, para cumplir con las reglas de toda sedición, sufrió el destierro y la censura para luego retornar convertido en el ave fénix del periodismo vernáculo.
El poder mediático de Lanata se define entonces más que nada por oposición. Por el enfrentamiento entre una opacidad general y un discurso que, sin ser canónico, al menos rastrea aquellos legados que siguen azotando el presente. Aquí yace el arma principal de Jorge Lanata como (co)director: en el caudal de investigación, en el escrutinio de los hechos y la proliferación de significantes que, como aquella biblioteca de Babel borgeana, remiten a otros tiempos, a otras personas y a otras causas. El oficio periodístico demarca este camino investigativo apuntando sus misiles a la búsqueda de responsables, a las consecuencias y a la resolución interrogativa más que a posibles soluciones. La propuesta de Deuda, primer film de la dupla Lanata-Schaer, es consecuente con lo que solía serDía D o Detrás de las noticias (ciclos televisivos conducidos por el primero), es decir un afluente de datos, comparaciones, nombres, lugares y fechas que conducen al problema y a esclarecer el misterio de su génesis.
La película retoma el ritmo televisivo fusionándolo con la estructura del documental periodístico interactivo. Resultado: Jorge Lanata siempre frente a cámara (cuando no hablándole directamente a ella) y edificando su documental a partir de entrevistas, reportajes e imágenes de archivo, animación al estilo Despertando a la vida y ciertas dosis de humor irónico y acidez manipuladora.
Pero el problema principal de Deuda no es su progenie televisiva sino su uso maniqueo del montaje, su didactismo, su tendencia a la ridiculización de las personas, su búsqueda de comparaciones irrelevantes (como preguntarse si hay pobres en Washington) y la carencia de una puesta en escena firme que no haga de simple partenaire del discurso (carencia que se reitera en muchos documentales nacionales de los últimos años).
Ambos directores están plenamente convencidos del poder que ejerce la televisión en su carácter de medio masivo y detonante de denuncias, las permanentes puestas en abismo así lo atestiguan. Desde ahí arrancan: desde el llanto televisado de una nena hambrienta en Tucumán que sirvió (si es que vale la expresión) para poner al gobierno en marcha... por unos pocos días. El punto de partida funciona como una avalancha que arrastrará sus preguntas desde Tucumán hasta Washington; desde Punta del Este hasta Davos, Suiza. Durante toda su extensión la película se reparte entre dichos puntos geográficos contraponiendo, en un ejercicio pleno de la demagogia y el efectismo más gruesos, puntos de vista y estilos de vida antagónicos.
Este viaje hiperbólico convocará a los vecinos de Barbarita (la nena desnutrida) y a la mismísima Anne Krueger (ex directora del Fondo Monetario Internacional) en un reportaje que amaga con destino de clímax, un enfrentamiento que promete knock out y que sin mediaciones se esfuma entre preguntas retóricas (otro parecido con Mr. Moore) y respuestas apuradas y esquivas. A esta altura el periodista-director ya repasó la historia argentina de los últimos treinta años, la multiplicación de la deuda hasta las cifras astronómicas, el fraude que significa cada gobierno que pasa, el control de la natalidad en zonas marginadas, el absoluto caos coyuntural, la eterna ineptitud de los personajes a cargo del Estado y el perpetuo abismo que separa ambos hemisferios del globo.
Si bien no esgrime facilismos, Deuda cae en una declamación de espíritu agnóstico. Encuentra en la excavación de las infamias económicas argentinas su fortaleza y su naturaleza periodística. A través de la duda permite ampliar el juicio y las opiniones, pero pierde su impulso en viñetas banales y comparaciones que no hacen más que minar el rigor del discurso, otro punto en común con... No, ¡basta de Michael Moore!
Bruno Gargiulo  


Lo más notorio, mis queridos y queridas, es lo complicado que es encontrar una noticia relacionada a esto, cuando lo que tenés que poner en el buscador es: CRÍTICA, DEUDA, JORGE LANATA.
Porque, pobre Google, se confunde y relaciona a la deuda que él, en este caso, Jorgito, tiene con los trabajadores de Crítica, el diario que fundó y fundió.
Así se despedía Jorge Lanata de los lectores.
En 2009.

Muy emotivo:




Lo lamento Jorge.
Ya no sos igual.


4 comentarios:

ProfeSoy dijo...

te cuento una?
El domingo fui a ver la película al complejo de cines de QUILMES FACTORY, se vei FUERA DE FOCO Y LA IMAGEN SE MOVÍA, cuando fui a quejarme me dijeron: ¿Que queres que hagamos? la película vino así, con problemas técnicos!!!
Obvio que pedí que me devuelvan el dinero y el libro de quejas...una vergüenza!!!!
salu2

Casta Diva dijo...

Muy bueno. Lo estoy reenviado por mail y lo voy a compartir en Facebook.

Anónimo dijo...

otra vez resulta que copia todo, no? the movie, jaja gracias x compartir!

Vilma Beatriz Ruiz dijo...

Yo la vi, soy Kirchnerista y peronista de toda la vida. Cinematograficamente no me pareció muy buena y realmente Máximo K deja mucho que desear. Me habría gustado una película con mas realidad y menos intento de poesía. La realidad es dura y veraz.

Yo la vi gratis y se vió bien, sin problemas de enfoque ni nada extraño, la vi en La Plata, a los de la agrupación nos regalaron entradas por suerte.

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