viernes, 1 de febrero de 2013

Nosotros los incómodos





Relato: Acción de relatar algo detalladamente

Quizás como suele suceder, este posteo, caiga mal.
Quizás, lo que uno escribe, moleste, pique, duela y genere en muchos que leen, que este blog, este posteo, yo, mi vieja, y mi bicicleta oxidada tirada en el fondo de mi casa hace años, le hacemos el juego a la derecha, somos golpistas, amigos de Videla, runfla acomodaticia amiga de Mauricio Macri y representamos a lo más rancio del proceso genocida que empezó Roca hace un montón de años y esas cosas.

O quizás no, y quizás, lo dudo, esta pequeña alarma silenciosa para ciegos que acá pretendo encender, siendo en este momento, a ver, las 5:35 de una madrugada bastante molesta y calurosa, una luz en los pequeños infiernos de escritorios llenos de cajones con pelusas, proyectos y mails de minitas.

Así las cosas, acá está la fiera más fiera: el relato se está empezando a poner bastante idiota.
Entiendo que lo que acabo de decir pincha y tira desde varios lugares, pero veamos con detalle antes de mandarme a una pira: el relato, se está empezando a poner bastante idiota.
Tal vez sea una locura decirlo, y peor aún repetirlo dos veces, entonces usaremos la técnica de repetir hasta la indecencia: el relato, amigos y amigas, se está convirtiendo, de a poco, en una cosa bastante idiota.

Y cuando digo IDIOTA me refiero a cuestiones puntuales, a considerables y grotescos errores con los que colabora el accionar malevolente de la opohegediablocaca.
IDIOTA.
Así: IDIOTA.

No seré yo un Fernando Iglesias de patas sucias y descamisado, pero caramba, chicos, espero no ser yo sólo el único que esté viendo este loco trompo que estamos dando en una carrera contra NADIE y espero, entonces, no ser el único, chicas, que piense que de ese trompo no salimos para adelante sino para los costados.

Lo decimos así, a grandes rasgos: el relato es contar con detalle las cosas que van pasando. En una época, cierto grupo luminoso de blogueros eran los encargados oficiales o paraoficiales de construir dicho relato, en base a cuestiones concretas, realidades tangibles y cosas que pasaban, mejor dicho, acontecían en determinado momento histórico e histriónico y entonces nosotros lo llevabamos al papel digital con mucha más pompa que la real y quedaba así, en una bitácora infinita por los siglos de los siglos, amén.
De un tiempo a esta parte, puedo estar equivocándome hermanos y hermanas, pero lo dudo, al menos hoy, dicho relato se convirtió en un concreto coro consignista de canciones pegadizas, de pegarle a los malos y ensalzar a los buenos.

Yo quiero decir acá, por una vez, che, dale, no te enojes man, never, pero quiero decir que no creo, en verdad, que Miguel del Sel sea tan malo, ni aunque me lo quiera hacer creer él y todo el mundo, del mismo modo que no creo, en verdad, que Amado Boudou sea tan buena, ni aunque me lo quiera hacer creer él y todo el mundo, del mismo modo que no creo, en verdad, que Jorge Lanata crea en lo que dice, ni aunque me lo quiera hacer creer él y todo el mundo, del mismo modo que no creo, en verdad, que Tristan Bauer esté poniendo todo lo que considera que es lo mejor para el país y por ende al planeta y al universo, ni aunque me lo quiera hacer creer él y todo el mundo, che, dale.

¿Esto está empezando a girar a la derecha o a la izquierda, estimado y estimada lector y lectora?
Después me comenta, dele.
Por ahora sigamos por donde veníamos: el relato está siendo un coro. Estamos viviendo una era de masa acrítica redundante y repetitiva, aburrida, tediosa, que no construye más que en base al hacer del mejor gobierno de los últimos 50 años, de un lineamiento 100% verticalista (al cual defiendo y vengoooo bancando este proyectooooo) pero que de algún modo, anda mirándose a su propia cola con ganas de darle una fuerte dentellada.
Prueba sobre sujeto 1, 2 y así hasta el 400: pregúntele a cualquiera de los nuestros, haga un racconto simple, preguntas y respuestas, sobre los más nuestros, esos que usamos como foto de perfil a Cristina o a Néstor, y que damos la vida por el proyecto nacionaaaaaal y populaaaar y fíjese si alguno de esos, de nosotros, dirá algo al menos que considera que tiene que cambiar sea lo más grande y/o lo más chico, de este Gobierno.
Claro: nos corremos con facilidad hasta las cuerdas de un ring que NO EXISTE, MUCHACHOS, NO EXISTE, diciendo "pero le hacemos el juego a la derecha" o "no le voy a dar entidad a" o "GORILA" "FACHO" PUTO, TRAGANAFTA y entonces claro, llegamos a la Ley de Godwin enseguida contra nosotros, contra los otros y contra ellos, los malos.

A ver: el relato lo tenemos que construir en base a la realidad efectiva (y afectiva, te jurooo que en los malos momentooooos), y no repetir sin soplar como lo hacemos.
¿Podemos hacerlo?
Sí. Lo hicimos tantas veces, ya.
Una más, una menos.
Nos queda una vida por delante, mucho más que a los que murieron por nosotros o con nosotros.
Eso es una ventaja.
Y es una ventaja que no podemos dejar de aprovechar: la de convertirnos en verdaderos actores de este proyecto, en verdaderos hacedores de esas realidades, en verdaderos agentes del cambio posible que tenemos frente a nosotros.
Hace un tiempo ya que vengo hablando del Kirchnerismo Salvaje (HACER Y DECIR HACIENDO, LO QUE SE HIZO) y seguramente ese concepto termine teniendo carnadura y algún runfla delincuente común y corrupto que deje de ser de los nuestros y sea de los malos aunque siga mintiéndose nuestro lo hará suyo, y así se habrá convertido en algo útil, si Dios y yo queremos.

Mientras tanto, dejo una pregunta:
¿No les da, no NOS da a veces un cachito de cosa, justificar absolutamente todo, echar la culpa de todo a todo el que no sea nuestro, todo el tiempo?
Miren que la vida tiene mucho más que lapsos de doce meses.
Miren que un país dura mucho más que un mandato de cuatro años.

Miren que la historia se escribe con la sangre de los más valientes, eh.

Dudo mucho que ustedes, nosotros, querramos ser la goma de borrar en este libro.
Entonces empecemos a sangrar, amigos, amigas, hermanos, hermanas, compañeros y compañeras.
Estamos en un tiempo maravilloso y si no nos damos cuenta nosotros (nosotros los buenos, nosotros los kirchneristas, nosotros los incómodos) que somos los que hacemos todo esto, no sólo nadie nos lo va a decir, adorable pueblo, sino que van a tratar de quebrar tu moral, de sacarte el nombre y el apellido y de ahogarte la nariz en tu propio ombligo.

El resultado de una acción, sólo puede ser otra acción.
Y así se avanza.

Ejemplo práctico y algo confuso, aunque no por ello menos dotado de realidad: al hombre y la mujer de a pie, a aquellos y aquellos que no viven y conviven con la panacea maravillosa de saber quién es, qué hace y qué función cumple Miguel Angel Pichetto, cuando se plantea una pelea entre poderes (en la que tenemos la razón nosotros los buenos), no le termina de entrar con claridad por qué paga más caro el subte o por qué se descarrila un tren. A ese tipo o a esa tipa, lo perdemos como actor relevante de la política: es un votante, y ese tipo enseguida nos odia a nosotros y odia a los malos. De cualquier modo, luego va y nos vota a nosotros a nivel nación y a los malos a nivel municipal, lo cual, visto desde cualquier ángulo, es un error nuestro y no de los malos, ya que ellos quieren que así sea.

Volvamos, por favor, a dotarle de mística real, de épica mágica en base a certezas, errores, bravatas, a todo esta cosa tan linda que fue, es y debe seguir siendo, el kirchnerismo.
Peleemos.
Suframos.
Muramos un poco y no le demos tregua a nadie ni a nada.

Nuestra historia (no ayer, no hoy, no mañana, todo el tiempo, la constante) se lo recontra re merece.
Lo sabemos.
¿No?

9 comentarios:

Comandante Cansado dijo...

No entiendo, Hank. En la blogósfera y en la prensa amiga como Página/12 se ven muchas críticas, muchos comentarios sobres coas que hay que cambiar. ¿A quiénes te estás refiriendo?

Juan Soriano dijo...

Ahí lo edité. Lo leíste antes de que lo publique, nunca un posteo termina de estar hasta que no lo comparto en alguna red!

Y me refiero a la prensa amiga, más que amiga, hermana.

Lic. Ramiro García: dijo...

Si claro, estas disconforme, me parece bien, aha, sí, y? Cómo se sale? Hay posibilidad de abrir el juego? O te cortan la pelota en cuatro si lo intentás? #MITERIO

Ezequiel Rondanini dijo...

Como lo llamo:: señor, compañero, vecino.. le habla y le escribe un "orgánico" como dicen los porongas de la orga.. quizás la cosa este tan vertical que tiende torcerse.. jebus no lo quiera.. pero en sus palabras veo la misma bronca q trago para q a uno no le digan trosko..
El aullido silencioso que mella en algunos de nosotros.. tendrá q oírse
y si no mella tendremos que buscarle la vuelta ...

Ezequiel Rondanini dijo...

HABIA ESCRITO ALGO COPADO... Y NO SE NO ENTRO!! LOCO EXELENTE NOTA!!!

Anamaría dijo...

Acuerdo bastante con lo que decís, mucha autocomplacencia, mucho hablarle a los propios. Tenemos que seducir a la clase media (no al grupo duro, claro)explicar, conectarnos.Toda la ¿campaña? en la CABA fue una muestra que hablar en contra de MM, vituperearlo, ridiculizarlo, no sólo no sirvió sino que nos jugó en contra. De eso se trata de sacar de esa experiencia una enseñanza de que eso no sirve, que hay que afinar la puntería en el discurso, con más inteligencia. El enemigo es fuerte y poderoso con gran poder de fuego y nosotros parecemos una runfla de adolescentes puteando al padre

Anónimo dijo...

Empecé leyendo este interesante post y me pareció entender que al kirchnerismo le falta autocrítica... mucho dedito levantado... pero la culpa de todo lo malo es ajena...
Creo que van a empezar a sumar cuando reconozcan no sólo los aciertos (que son muchos), sino también los errores (que los hay, también muchos, y que a esta altura - si no se corrigen pronto - nos van a dar más de un dolor de cabeza en el futuro). Léase INDEC, política energética, de transportes, de seguridad...
Pero mandaste todo al demonio cuando al final hablás de "ellos" y "nosotros"... como una cosa de coptación, casi de secta, y ahí se va todo a la mismísma...

Anónimo dijo...

No soy kirchnerista ni anti... creo que este gobierno ha hecho muchas cosas buenas, pero me fastidian las formas y la falta de autocrítica. Pero mucho más me molesta el andar "contestando" permanentemente los titulares de los "medios hegemónicos". A esta altura pienso que los integrantes del Gobierno leen más Clarín y La Nación que Página 12...
Dejando todo fanatismo de lado (que es malo en ambos extremos, oficialismo y oposición) recuerden cómo estábamos en energía y transportes en el 2001 y cómo estamos ahora, con una abismal falta de inversión (capitalismo de amigos de por medio) que hace que gastemos millonadas de dólares por la incompetencia de funcionarios que -como mínimo- hicieron la vista gorda en YPF durante mchos años.
Lo mismo sucedió con las eléctricas: no pueden seguir teniendo el doble discurso de "no invierten" por un lado y por el otro les siguen pagando subsidios que sólo sirven para pagar sueldos...

Anónimo dijo...

Mi comentario, aunque cobarde por el anonimato, no fue subido aunque fue respetuoso... es evidente que ya son una secta... todo lo expuesto arriba, se fue a la cloaca cuando se les expresa donde hace agua el "modelo" (Louis Vuitton)...
Iba a seguirte porque me pareció que eras un tipo pensante, pero con esta actitud sos más de lo mismo...

Publicar un comentario