viernes, 22 de julio de 2016

el negro es el otro


Cuando te enojabas mucho mucho con Cristina, te enojabas de verdad.
Y pensabas, lleno lleno o llena de furia, que te molestaba de verdad que se les de todo a "los negros".
Porque para vos, siempre, "el negro es el otro".

El negro ese al que odiaste durante tanto tiempo, lo odiabas porque tenía subsidiado el gas.
Y este año te diste cuenta que vos, nórdico héroe del Valhalla, también tenías subsidiadio al gas.
Pero igual, el negro fue el otro.

Después viste que la luz la tenías subsidiada, y te molestó bastante, pero no tanto como para entender que sos argentina. Por eso te plantaste estóica frente a las críticas y dijiste "Es que las tarifas estaban desfasadas, con el gobierno anterior no se hizo absolutamente nada y por eso hoy pagamos la mentira de los últimos doce años". Y te sentiste bien. Porque ahora también, el negro es el otro. La negra, ni hablar. Vos podés pagar la luz como en países serios que jamás conociste y si llegaste a poder viajar, no tengas ninguna duda de que fue en los últimos doce años. Pero a vos nadie te regaló nada, porque antes laburabas. Ahora también, te alcanza menos la guita, pero estás contenta. Vos, europea, vos. Porque el negro es el otro y no hay nada más hermoso que gastarte un diez por ciento de tu sueldo en la luz. Es patriótico, te diré.

Hoy también pudiste ir por primera vez a Tecnópolis: ya no es Negrópolis. Ahora es algo digno. Decente, Como la gente. Es gratis igual que antes, sí, pero ahora la gente que va, también gratis, con todas sus familias, va... cómo decirlo, de otro modo. Va más blanca. Va más linda. Ya no va con la plata que le sobra de la canaleta de la droga y el juego. Los hijos e hijas que tuvieron para cobrar la asignación (todos sabemos que los hijos de los negros y las negras son paridos para cobrar la asignación y poder comprar cerveza), por más que sigan yendo a Tecnópolis, no son cabeza. No son wachiturros. Usan zapatillas, no usan altas llantas. Se nota, cómo decirlo, un clima de unión. De alegría. Es otra cosa. Sale un poco más caro hacerlo que el Tecnópolis del año pasado, pero no importa. Porque la guita que se pone ahora no es guita de los negros. Es guita mía. Y el negro es el otro.

Después seguías despotricando, desde Mar de Ajó, habías pegado ejecutivo en una linda ubicación en el micro de ida, con dos películas en DVD estreno del cine que te pasaron entre bandejita de seis ravioles y el vaso de coca que te sirvió el mozo y por eso estabas como querías. Re cheto, eras muy vos y el negro era el otro, todo el tiempo. Te divertiste como loco con la comedia picante de ese humorista que había ganado el concurso de chistes de Tinelli en el 2006 y ahora hacía la obra de teatro, pegaste dos por uno y fuiste con la jabru y a la salida te diste un lujito: una de palmitos, papá. Al nene le compraste un cono de papas fritas y esas papas fritas tenían aceite subsidiado. Qué tul.
Andabas re parado, super piola compa y cuando llegue el próximo verano y las papas hayan aumentado un 200% pero tu sueldo no, porque aumentó el gas con la que cocinan la papa, el aceite donde se fríen y la propia papa, vas a mirar en el Facebook de tu prima cómo come papas en el Parque Sarmiento, en pleno verano. Pero el negro seguirá siendo el otro. Vos, tsk tsk, nop.
¿Qué se necesita para hacer una papa frita?

Ibas en subte rodeada de negros que te tocaban el culo y encima pagaban una miseria. Aumentando el subte, sabemos que lo que va a pasar es que va a funcionar MUCHO MEJOR porque lo hacemos JUNTOS, PORQUE ES AQUÍ, ES AHORA Y PORQUE SÍ SE PUEDE, SÍ SE PUEDE. El año pasado era otra cosa: sí, Macri también tenía a su cargo los subtes pero ahora... cómo decirlo. Se respira distinto. No, la situación económica no está mejor, ni siquiera está igual, pero ¿Cuánto aumentó el índice de inflación del optimismo? ¿No nos sentimos un poco más gente? ¿No somos un poco mejor como sociedad? Vos, que nunca fuiste negra, lo sabés mejor que nadie: antes le daban plata a los putos por ser putos, la gente quedaba presa para cobrar un sueldo, la gente no quedaba presa porque la justicia es un desastre, y si eras de La Cámpora, cobrabas fortuna, millones te diré. Y a vos nunca te gustó que se le de guita a los negros. Por eso ahora viajás en subte igual que antes, o más apretada. Pagás más. Pero sí: es distinto. No podemos ni sabemos decir por qué. Pero es distinto.
La pobreza digna, me dirás. No sé. La negra es la otra, que ya no existe.

A vos viejo bueno, abuelito que le compra diez dólares al nieto para que vaya sabiendo lo que es la especulación financiera desde chiquito. A vos, abuelita bien nacida que querés que los nenes sean nenes y las nenas sean nenas como corresponde: él trabajando y ella lavando. A ustedes, queridos viejitos, ¿No les molestaba tener que andar jubilándose? Bueno. Eso también era cosa de negros. Esos dos aumentos anuales, y a esa edad. ¿Por qué te van a hacer sentir no sólo inútil, sino también negro? Vos no querés NADA de eso. Querés seguir laburando. Hasta los 100 años si es necesario. Ocho horas por día. Porque no sos ningún negro. Y si este año no te dan dos aumentos anuales y te sacaron la tarjeta Argenta para que puedas ir en avión, MEJOR. Porque eso es de negros. Y los negros son los demás. Esos que no laburan. Hipersubsidiadios. Kukas prochavistas venezolanizadas. Cubanos rusos, ñoquis con bolsos llenos de dinero, drogadictos mujeriegos y jugadores. Vos, minga.

El negro es el otro.
Vos, argentino.






3 comentarios:

Vivi Val dijo...

Y yo que pensé que "reflexiones" como estasque mencionás sólo se escuchaban en mi lugar de trabajo!
"Hay cosas que no están bien, pero vivimos en un país mejor. Quedate tranqui, que es como yo te digo"... dice mi patrón. Y digo "patrón" porque no está registrado como empleador... o sea, yo soy la negra-kuka-vaga-subsidiada que va todos los días a cumplir un horario y realizar las tareas asignadas... de onda, ponele... para no aburrirme en mi casa.
Ah! me olvidaba, estamos todos indignadísimos con la corrupción de los kk.

Blu_Nat dijo...

Muy bueno, muy cruda pintura de la realidad que nos toca.Silvia

Anónimo dijo...

excelente

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