domingo, 28 de noviembre de 2010

UN PIBE.


























Un pibe.
Un pibe así, como vos.
Un pibe como tu vecino, un flaco, un gil.
Un horrible que no le daba pelota la más linda.
Ni la más fea.
Un pibe que iba por ahí, buscando cositas, no encontraba: debería tener frío, era del sur.
Un flaquito, medio pajero, medio sesudo, medio rencoroso, medio calentón.
Un amigo, un chaboncito, uno que se tomaba unas birras con vos y hablaba de cosas como "el país" y no le dabas bola porque estabas en otra.

Un pibe.
Así, como tu viejo.
Un pibe medio raro, medio virola por una enfermedad puta, con anteojos, pelo largo, altísimo.
Medio calambre tirando al aro, medio choto jugando basket pero con una mirada de equipo bastante particular.
Un quía, viste, uno que va por ahí.
Uno de nosotros, uno que no soñó mucho, perdiendo el tiempo en laburar.

Un tipo, un tipito, que se come a la más perra, tan bocona, tan lindo el pelo, tan canchera.
Un tipito que encaró y ganó, medio mamado, en una noche rara, cuando afuera los birretes de bigotes vigilantes se atolondraban en ser algo más que la poli, viste.
Un flaco, ahí, cagado de frío, encamperado.
Lo imaginarías en una esquina con un cigarro, esperando a la flaca saliendo de la escuela, revolucionado de hormonas, medio al palo, esperando embocársela a la flaca porque claro, esto daba para contarlo, si era horrible, él.

Y sin embargo ella llegaba, le estampaba un beso en la trompa y le estampaba a un barrio y a una provincia un "en tu cara, gil" y el flaco canchereaba, medio sin saber que el destino que lo esperaba eran miles de millones de zapatillas mordiendo el asfalto por él.

Y entonces, quizás, en una de esas, no sé, al loco se le ocurrió decir "mah sí, encaro" y dijo que quería ser presidente.
En una de esas para seguir enamorando a la colorada ahora, esa, esa minita tan linda, tan... tan minita, viste, tan femenina, tan sonrisita, con ese olor detrás de la oreja que sólo conocía él y que sólo admiraba él con ojos cerrados de eterno amante.

Ahí iban, dos pendejos, contra la corriente, masticando un destino que se les venía encima, un destino que un poco buscaron y un poco encontraron y un poco se les cayó encima como si no te la esperaras y no el techo, sino el mundo se te cayera encima.

Era eso.
Un pibito.
Jugando a los camiones, jugando al país, jugando a las leyes, jugando.
Intrépido, canchero, rabioso, caprichoso, seguro, pícaro, turro y genial.

La puta que te parió, forro.
Nos dejaste todo tu laburo por hacer.
Te hubieras apurado en todo, pero no, nunca, nunca, en irte.

Te queremos.
Besos allá si los ves, deciles que te vamos a dar pelota, compañero.
Dormí sin frazada y no te preocupes que si queremos agua, sabemos ir a buscarla a la heladera.

VIVA PERÓN.

8 comentarios:

zippoupcn dijo...

Muy lindo, nuevamente me emociona-

Escribidor dijo...

Hank, sos una bestia. Deja de hacernos llorar a todos.

Gracias

Ezequiel dijo...

Maravilloso. Digno de quien se escribe.

María de los Ángeles del Hoyo dijo...

precioso! "Un pibito.
Jugando a los camiones, jugando al país, jugando a las leyes, jugando.
Intrépido, canchero, rabioso, caprichoso, seguro, pícaro, turro y genial."

Unknown dijo...

hank sos un grande!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

hank sos un crack,talento puro papá

Pericles dijo...

Tenía que ser peronista para se emocionante

Resucitante dijo...

Grande che!
La primera vez que entro al blog, vengo de Finanzas Pùblicas.

GRACIAS.

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