jueves, 30 de diciembre de 2010

2010, EL AÑO EN QUE HICIMOS CONTACTO.



“Y querías ser libre pero que no te pasara nada.” E. Bunbury

Acá se va yendo el año, un año misterioso en el que nos obligaron a encargarnos y encarnarnos, ser unos entre cientos, vivir la vida desde el lado de adentro y saltear saltos ornamentales para caer en el caminar cansino de algo tan simple como el otro, el de enfrente, el que nos presta la lengua cuando nosotros creemos que le estamos prestando la oreja.

Y muchos descubrimos que no, que la vida no era cómoda, que el día a día es complejo, que la apuesta se pone y se gana y se pierde y se pierde y se gana y se pone pero siempre se pone.

Entonces bueno, es más o menos una de sentirse a mil cachetazos por segundo pero una caricia semanal, por eso, entonces, es que no nos andaremos quejando por ahí si el vino está medio tibio o queda poca papa en la cacerola o no hay para cigarros.

La cosa empieza o empezó o a mi me empezó a pasar por otro lado y es un lado muy pero muy cercano a la realidad.

Dejamos atrás la tragedia de la comedia, el teatro mejor montado con los mejores actores que subyugados por la realidad no nos quedó otra más que ser la claqué de la historia y entonces nos pusimos la gorra y la camisa y arremangamos y dejamos todo atrás.

Pero todo.

Porque todo eso que quisimos olvidar jamás lo olvidaremos y todo eso que quisimos vivir fue multiplicado por mil y nos regalaron un espacio histórico real que ahora, nos genera esta bronca espantosa de a veces, ver que hay movidas raras.

Claro que sí.

Pero es política.

Y muchos de nosotros tratamos de poner la cabeza en la guillotina y no porque seamos mártires, por Dios, sino que porque nos encanta la mugre, la chotada, un poco de chantada y la cuestión superestructural de la recontra sarlanga subsecretariada de los espacios públicos de la demografía en verbigracia, ponele, pero bueh, de algo hay que vivir y entonces preferiremos vivir del llanto.

Del canto.

De tanto.

Y de cuando.

Porque de cuando en cuando disfrutamos y no creas que es cuando nos tomamos un vinazo, sino cuando más se disfruta es cuando se ve que la realidad es lo más falso del mundo: ya se ha dicho por aquí, pero sólo hace falta alguien inmoral y que esa misma persona tenga voluntad para cambiar al mundo entero en un golpe simple de gatillo y bang.

Y ahí ibamos, saltabamos y nos mirabamos y nos perdíamos y nos queríamos y todo lo que eramos moría para siempre y como ratas, nos doblegabamos, nos desencontrabamos y el futuro se convertía en una incertidumbre tan de vértigo tan de qué carajo va a pasar, tan de nuestras manos forjando un futuro que es mañana todos los días, que no hace falta droga para morirse de un paro cardíaco al recontra mango como si estuvieramos bajando de una montaña sin red ni soga, al trote y a punto de tropezarnos, a punta de pistola, en el culo.

Caramba, que alguno se detendrá y empujará y todo será una gran fiesta de casamiento, pero sólo estaba usando una metáfora chabacana, babosa y ruin.

Porque estamos cansados y siempre otra vez el pasado fue ayer y este presente arma vida, arma sueños, arma equipos.

Arma mañanas que serán mañanas porque deberán inspirar a toda la historia por venir: hay que hacerse cargo de la miguita de pan que nos toca como hacedores de algo y ese algo es todo el tiempo.

Cuando caminas, cuando mirás, cuando hablás, cuando sentís, cuando trabajás, cuando no trabajás, cuando faltás, cuando llegás tarde, cuando te sacás un diez, cuando hablás con tu vieja, cuando hablás con tu hermano, cuando no te callás, cuando peleás, cuando te quejás como loco, cuando sos trosko, cuando sos facho, cuando sos peronista, cuando sos kirchnerista, cuando sos radical, cuando sos gorila, cuando sos pelotudo, cuando sos iracundo, cuando sos borracho, cuando sos jugador, cuando sos merquero, cuando sos roquero, cuando sos cumbiero, cuando pagás de más, cuando te quedás con el vuelto, cuando devolvés el vuelto, cuando corrés al bondi, cuando no paras tu bondi y dejás gente abajo, cuando estacionás cerca del cordón, cuando dejás el coche lejos, cuando prestás plata, cuando la devolvés, cuando mirás a los ojos, cuando no te da la nafta para bancar una parada, cuando bailás, cuando llorás, cuando robás y cuando te despertás al palo después de haber garchado toda la noche.

Ahí también, estás haciendo historia, siempre.

Y no me vengas a decir que este año no te pegó en el pecho porque si no fue éste, no lo va a ser ninguno, salvo posiblemente, el 2011.

Pero esa es cuestión de otra nota, otro texto, otro blog y todo lo que se sabe vendrá y tendremos que asumir.

Ser libre tiene sus problemas y andar con la cabeza en alto, te expone al balazo.

A ponerse un casco entonces o a afilar los reflejos.

Esto acaba de empezar y tenemos la pelota pisadita, abajo del pie, y la vieja que nos espera con la comida cuando lleguemos.

Buen año.



3 comentarios:

Pía dijo...

bueno. Muy bueno, Jans.

Mendieta dijo...

Feliz 2011 Hank.

Maria Luz dijo...

la parte donde dice que la pelota ya esta pisadita pero sabes q debes seguir pisandola

buen primer mes 2011

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