Bueh, eso.
Ya está sonando.
Ahora estamos triunfando en las elecciones provinciales, los soretes que nos pegaban empiezan a plantear debates, los garcas que nos auguraban una muerte dolorosa aceptan las cosas buenas y en Florida y Lavalle compré unas medias que dicen Cristina 2011 y otras que dicen Perón-Evita.
Claro.
El signo va cambiando, nosotros que pusimos huevos lo disfrutamos como locos y ellos van a ir cambiando la piel de víbora hasta vamos a ver cuánto. Y cuándo.
Esa cornisa que caminan, la de la imparcialidad, es la que rápidamente puede convertirlos en periodistas serios y no en los cocoliches de feria que son hoy por hoy.
Tendremos que recordarlos, tendremos que saber qué es lo que van haciendo, tenemos que sí, en fin, grabar 678 porque antes teníamos un video anual que se llamaba "Las patas de la mentira"y ahora tenemos todos los días el escrache.
La ley de medios no es sopa, y estos tipos tienen a todas las armas: que en poco tiempo liquiden a los de su propio ejercito no tiene que ser tomado por la militancia (el pueblo todo, entero, es militancia) como algo sano.
La conversión es peligrosa, no es sana, pero es bienvenida.
Todos a la cola, mientras a nosotros, la historia nos sigue creciendo en el pecho y nos sale por la boca.
Y si no nos sale, tiene que hacerlo: vamos, que oKtubre es mañana.
Ni un paso atrás, pero tranquilo con los pasos adelante: no pisemos la baldosa floja que el agua roñosa nos mancha el pantalón y se lo puede manchar al compañero que patea con nosotros.
1 comentarios:
para mitigar el peligro cuidaremos de no embarrar compañer@s y abrir bien el corazón y la mente. gracias Hank
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