miércoles, 1 de junio de 2011

DE


Leemos en Perfil una nota sobre la intervención de la obesa mental de Carrió y sus cabriolas dialécticas para asegurarse un lugar extraño entre la nada, el odio y el ninguneo:

La candidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, fue categórica con el presente político de Cristina Fernández tras el fallecimiento de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, y en especial por la utilización que la jefa de Estado hace la expresión bíblica "El".

"Cuando uno en un país pregunta por "El", si uno en Israel habla de "El", si uno en Roma habla de "El": en cualquier lugar del mundo donde uno hable de "EL" habla de Dios salvo en la Argentina que cuando hablamos de "El" hablamos de un corrupto que murió”, sostuvo la diputada de la CC. "'El' es un corrupto que murió. ¿Quién es "El"? El Gordo Valor. Esto es terrible", agregó. En una entrevista con Gerardo Rozín, por C5N, Carrió aseguró que en nuestro país "el Peronismo es el poder, pero un poder corrupto que finalmente aniquila a la Patria", expresó.

A su vez, cuando el conductor le preguntó si era conciente que esto podía herir la sensibilidad de los seguidores del kirchnerismo, se sinceró: “Por supuesto y lo siento mucho, pero hay que empezar a decir la verdad porque si no nadie se sana, nadie se cura”, lamentó Carrió.

“Salgamos a la vida. En todo caso, la gente tiene que votar a una presidente no a ‘la viuda de’, ‘al hijo de’, es todo terrible. Tenemos que poder superar, poder salir a la vida, tiene que florecer este país”, cerró.


De lo cual desprendemos qué:

La porquería fracasada de aspecto levemente humano, vestida con la cicatriz de las heridas y atuendos burdos, no comprende y eso la hace perderse en esos laberintos pelotudos de la desesperación y los espantajos, que acaso para muchos justamente, es cien mil veces más tangible hablar de una persona real que nos habló, nos guió y nos enseñó, que hablar de Dios.

Que muchos, por otro lado, dicen "Él" y se refieren, en efecto, a Dios.

No alcanza a entender que Dios, SU Dios, es amor.

Que ella misma, la infumable bolsa translúcida de orines que presuntamente sea por ello su tonalidad epidérmica de color ambarino, es la que dice que todos lo llaman así.

Que mucha votante de peinado alto, englobado, canoso y rodeado de aros, oriunda de Barrio Norte, también es viuda y tirarse de éste vil modo encima de quizás, la viuda más importante del país, le restará votos, dándole un rotundo "menos algo".

No descubre que no aparecerá, ella, o mejor dicho, éste testículo febril feminoide de aspecto porcino, jamás en libro de historia alguno.

En ese pedazo de cabeza de toro o espécimen vacuno, en todo lo antiestético y pobre de espíritu que recubre a un alma tan golpeada por el sinsabor del auténtico fracaso, no penetra, como nada lo hace, la idea genuina de alguien hablando de amor.

Tampoco lée que el relato para nosotros, es una hermosa historia de amor a muchas, muchisimas y variopintas cosas.

Que ella, esa esfera de cebo oleóso rodeado de oxigenación capilar, nunca será ni presidenta, ni bonita, ni tendrá discursos decidores, ni será exitosa, ni será feliz, ni será querida, ni será agradable, ni será loada, ni será respetuosa.

Y quizás sea que por sobre o debajo todas las cosas, jamás, nunca, ese pedazo enorme de carne, grasa, nervio, maldad y asexualidad, será viuda.

3 comentarios:

Alejandro dijo...

Te comente en FB, yo sha la empece a querer. Al fin y al cabo, todos tenemos una tía rubia, gorila, gorda, estúpida, amorfa y endrogada (?)

Anónimo dijo...

En algo tiene razon la sra des Carrio , yo no votaría a "una hija de" .. puta como ella, voto a una presidenta que ha dado muestras enormes de fortaleza , inteligencia y enorme capacidad politica para dirigir los destinos de este país , que nos ha devuelto la dignidad y el orgullo ,tiene razon en eso la "zanahoria inflada",no votamos a una esposa de , votamos a una SEÑORA con mayusculas .
El Cardo.

Almita dijo...

Lo dije en algún lado, no recuerdo en qué blog.
"Él" para el psicoanálisis, es lo innombrable, por angustia, miedo, tristeza.
"Él", en este caso, es porque si hubiera dicho en su momento "Néstor", lloraba.
La naranja sabe de teología, no de psicología, y habla al cuete, como siempre.
perder un marido, es enviudar.
Perder un padre, es ser huérfano.
Perder un hijo, no tiene nombre, es lo innombrable.
En esos casos, lo único que podemos usar ante tamaña angustia, es "Él", o "Ella".
gorda imbécil ignorante.
Disculpá por mi guarrada, saludos Hank.

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