viernes, 3 de febrero de 2017

La Posverdad (o la mentira)

Se ha puesto de moda el término "posverdad" que en realidad es un término elegante para llamar a la mentira.
Vemos en wikipedia, y el "678" del último párrafo es una deliciosa y comédica casualidad.



ÑAÑAÑA usaste wikipedia. Sí. ¿O vos desempolvás enciclopedias?
Luego escuchamos a todo el mundo hablando de "posverdad" para referirse a cierta "nueva era" y hablar de Trump, de Macri, de la mar en tanque y otras cosas.
¿Cómo lo llama Trump? Alternative Facts. ¿Qué significa? Hechos alternativos.
Como si hubiera hechos y hechos, verdades y verdades, posverdades y posverdades, y mentiras y mentiras.

A ciencia cierta (?) hay hechos, verdades y mentiras.

Vemos hoy en un torbellino rico en las redes que:


Y enseguida todos nos frotamos los celulares porque fue tan pero tan torpe el presidente de usar un auto de un banco para mover dólares en bolsos de cuero.
Por favor. Qué alegría. Ladies und Gentlemens, lo tenemos.

Al rato vemos que:


Y entonces caso cerrado.

Porque "no somos lo mismo". No, claro que no. Por ejemplo:

1- Ellos instalan "verdades relativas" como decía Néstor y luego retomaba Aníbal Fernández y nosotros no.
2- Ellos son gobierno y nosotros no.
3- Ellos no desmienten nada y ninguna de sus mentiras y entonces, atención, al no desmentir (ellos los malos, ellos el gobierno, ellos los medios), la verdad sigue latente.

¿A qué llamamos verdad?
No nos vamos a poner filosóficos: tenemos a Z con su apellido más complejo que el de Iván El Periodista que nombra a su programa "Mentira la verdad" y nos cuenta sobre este tipo de cosas.
Pero de nuevo, ¿Qué es la verdad?
Hay un montón de gente que dejó de votar al gobierno anterior porque su verdad, construcción mediante, era determinada cosa. Incluso gente que no se considera politizada, pero es gente que vota porque un medio le construyó su personalidad, su realidad. Hablan todos los días con el señor pelado de traje de la tele que les dice tal cosa.

Pero a veces esa verdad, es una verdad que para tomar un caso, incluía elementos. Por ejemplo el caso Nisman.

Los elementos o la receta:

1 fiscal que denuncia a la presidenta
1 fiscal que aparece muerto un día antes de su declaración
1 multimedios diciendo que al fiscal lo mató la presidenta

Un resultado:

1 grupo grande de personas considerando que eso es cierto
1 elección perdida
1 muerte, suicidio u homicidio que perjudica única y exclusivamente a quien perdió esa elección


Pero nosotros rápidamente salimos a desmentir que haya algo raro en lo de los bolsos aún cuando tenemos esta receta:

1 auto con el nombre del banco donde tiene cuenta el presidente
1 helicóptero del estado llevando bolsos
2 bolsos
1 grupo de personas que considera que hay gato encerrado, o dinero lavado

Desde el aeropuerto responden que nada que ver, que no es así.
Pero tenemos los elementos, la receta y al grupo de personas.

Velozmente desmentimos.
¿Qué desmentimos?
De verdad, repito:
¿Qué desmentimos?

A- Que el auto ese sea expresamente un vehículo para lavar dinero.
B- Que adentro de los dos bolsos haya dinero mal habido.

¿Eso desmentimos?
Pues bien.
Tenemos este otro elemento en la coctelera:



Efectivamente, el presidente tiene dinero en las Bahamas del banco que plotea al auto que lleva los bolsos que mueve la familia presidencial en un vuelo privado y sin control aduanero o fiscal alguno.

Puede ser que en el bolso había Grappamiel, como puede ser que en los bolsos había ropa, como puede ser que en los bolsos había dinero mal habido, como puede ser que en los bolsos había chinchulines.

Ahora pregunto de nuevo:
¿Qué habíamos desmentido?

Posverdad para todos y todos.

EDITADO:

A las 19:18 La Nación sube esta nota.



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