domingo, 9 de septiembre de 2018

QUÉ HACER 10/9/2018





Breve o no tanto, lista de cosas que creo yo como mera opinión, podemos hacer para tratar de recuperar al país.
1- Creá tu propio material.
No es necesario que esperes que nadie te de nada. Ni la agrupación de la cuadra. Ni Unidad Ciudadana. Ni Cristina. Ni la chica esa que está en el tema de la política. Armá vos tu propio material. Escribilo a mano. Diseñalo en photoshop. Armalo con Instagram. Usá Paint. Recortá y pegá letras y fotos de diarios y revistas. Pensá un mensaje fuerte, que impacte en las personas y que cumpla con dos requisitos esenciales: que no voten nunca más a los que están ahora, y que eventualmente voten a algo parecido a lo que estaba antes. Es recontra jodido. Probá un mensaje. Probá dos mensajes. Probá diez. Probá cien. Chequealos con los que te parece que saben o con quienes te gusta cómo comunican. Sé humilde. Aceptá correcciones. Podés armar calcomanías. Podés armar afiches. Podés armar carteles. Sé creativo. Pensá. Pensá en qué lugares vas a distribuir tu idea. Si lo vas a repartir en una esquina. Si lo vas a pegar en baños de bares. Si lo vas a pegar en medios de transporte. Si vas a agarrar una fibra y poner un mensaje tipo erótico en el interior del baño pero con un mensaje político que sirva para generar conciencia. Se me acaba de ocurrir uno. Es muy bueno. Puede sonar homofóbico. Otro día se los cuento. Jejejej. Pensá si vas a hacer algo, que el costo de todo eso lo tenés que absorber vos. Nadie te va a ayudar. Hacelo vos misme.
2- No te calles más.
No te quedes en silencio ante absolutamente nadie. Peleate con tu familia, con el diariero, con tus amigos y con las personas que más querés en el mundo, siempre que sea necesario y no tengas más opción. No pierdas el trabajo por esto, desde luego, pero fijate hasta dónde vas a dejar que te manoseen, si es que es el caso. No permitas que en voz alta digan barbaridades de Cristina, Néstor o el kirchnerismo: no lo están diciendo sólo sobre ellos, sino que lo están diciendo sobre vos, lo que sentís, tu corazón, y tu futuro. Esa sensación que tenés de en silencio pensar “ya van a ver cuando volvamos, ahora no digo nada pero ya veré pasar el cadáver de mi enemigo” es mentira. Total y plena mentira. No vas a ver nunca pasar ningún cadáver. Nadie va a ver nada cuando volvamos. Y posiblemente nunca volvamos, si seguimos en silencio. Es hora de hablar. Esto no implica ofender. No obligatoriamente, aunque puede terminar pasando. Ellos tienen la impunidad total de decirnos cualquier cosa. Nos dicen ladrones, nos dicen corruptos, nos dicen que engañamos a todo el mundo durante doce años. Nos dicen idiotas, nos dicen focas, nos dicen un montón de cosas y nosotros y nosotras no siempre respondemos. Es hora de responder. No somos nada de lo que nos dicen quienes nos quieren ver muertos. Esas personas nos quieren ver sin vida. La persona que vos tanto querés que habla mal de lo que pensás quiere que te mueras. Y si cree que puede separarte del dedo al que señala, parate adelante y decile que para tirarle a eso antes te tiene que matar a vos. Vos sos Cristina. Vos sos Néstor. Vos sos el kirchnerismo. Y nadie es más kirchnerista que vos. Nadie es más Néstor que vos. Y nadie es más Cristina que vos.
3- Organizate.
Reunite de vez en cuando con grupos de personas que piensen lo mismo que vos. Que crean que este gobierno es aberrante. Que entiendan que el trabajo que se viene es muy fuerte y que hay que hacer muchas cosas. Empatizá con los y las demás: tu hambre no importa. Así tengas hambre, si vos estás pensando en organizarte, que sea para los y las demás. Nunca para vos. Nunca para vos. Nunca para vos. Para vos son los quince minutos antes de dormir una vez por semana que sonreís y pensás que fue un gran día el que acaba de pasar. Todo lo demás es por y para los y las demás. Nunca para vos. Nunca para vos. Organizá un almuerzo o una cena o una merienda o un desayuno en lugares donde haga falta. No lo hagas donde no hace falta. No armes una olla popular en la esquina de las dos avenidas. Andá a buscar al horror. Enfrentate con la oscuridad. Hacé que la oscuridad sea tu aliada. Movete en la noche. Reconocé a la negrura. No tengas miedo. Avanzá a paso decidido. Buscá a los rotos, a las espantadas. Hablá con los caídos, con las putas, las travestis, los faloperos, los chorros, los paqueros, los pendejos, los picantes, las locas, las enfermas, las pobres, los quemados. Fijate cuáles tienen hambre y dales comida. Cuáles tienen ganas de hablar y escuchalos. Cuáles tienen ganas de escuchar y hablales. No hace falta que les mientas grandes calderos de oro al final del arco iris como hace un político en campaña. Directamente ofrecele volver a un status quo. Lo que hacés es político. El cura hace política. Marcos Peña hace política. Piñón Fijo hace política. Mirtha Legrand hace política. Máximo Kirchner hace política. Campanella hace política. Pablito Lescano hace política. Tu vieja hace política. El borracho al que no le alcanza para la birra en la cola del chino está haciendo política. Los pobres pendejos y pendejas que vinieron de Venezuela al sueño argentino escapando de la serpiente acá se encontraron con el monstruo de seis cabezas y se los está por comer, y aunque esos pobres se hayan creído que no era un hecho político el irse, lo era, del mismo modo que fue un hecho político que el presidente abra las fronteras del país a todos los venezolanos y venezolanas y ahora se quedan con los trabajos mal pagos, sin redes, sin sindicatos y los ves mirando sus celulares en plazas de capital con mochilas naranja flúo de Rappi o verdeamarelas de Glovo, los verás mañana, los viste ayer, nadie los cuida, se van a pegar un palo con la bici, nadie los va a bancar, mañana no va a haber laburo para ninguno de los dos y ya no van a ir por el laburo de mierda porque ahí va a tener que pelear con vos, sino que va a tener que buscar un tercer país que le ofrezca las mismas mentiras que acá. Y así las cosas, la hamburguesa que pediste con ananá y pan negro, fue política y tenía sabor a Rogelio Frigerio.
4- No pidas más.
Si no militás orgánicamente, no tenés derecho a reclamarle a nadie que se maneje de determinado modo en el terreno de la acción. Si militás orgánicamente, pedile a tu referente que te diga qué hay que hacer y que mueva el culo o llevátelo puesto. Si tu referente responde a otra persona que está “más arriba” (?) llevate puesta también a esa persona. No le creas a la persona que te dice que viene en nombre de la política y sólo te convoca a reuniones donde debaten. Esa persona te está robando las ideas y las está llevando a otro lado y a vos te está cagando. El debate está bueno, si se debate la acción, se analiza lo actuado y se planea lo próximo a realizar. Volver a algún lugar es una acción, es un hecho y para volver hay que moverse. El gobierno no sólo no se va a ir: no se tiene que ir. Tiene que terminar su mandato, rendir cuentas y evaluar lo hecho en cuatro años. Ahí el pueblo decide si se va o no se va. Si en cuatro años el pueblo considera que hicieron las cosas bien, se van a quedar. Si el pueblo considera que hicieron las cosas mal, se van a ir. Si en el medio los medios, el gobierno, el vecino, la justicia, la yuta, los taxistas y los periodistas publivallas le han llenado la cabeza al pueblo para que crea que hicieron las cosas bien y la gente los vota, entonces no tenemos más nada que hacer que seguir intentando que nos crean a nosotrxs. El pueblo quizás sea medio lerdo, pero nunca es tan lerdo como para hacerle creer una mentira enorme, tan enorme, tan enorme, como para que digan que están bien cuando en realidad están mal. Por supuesto que habrá expresiones a favor y en contra y extremos: son esos menos del 5% que en las encuestas te dicen “Muy satisfecho” o “Muy insatisfecho”, esos que responden desde otro lado más cruento que el de la supuesta realidad o verdad (entendiendo que la verdad es una construcción subjetiva y blablabla).
5- Da soporte técnico.
El soporte técnico puede ser un montón de cosas que elijo llamarlo de este modo porque me pareció divertido. El soporte técnico puede ser que des clases de apoyo a personas que tienen que terminar bien la escuela. Que la tienen que terminar bien para poder avanzar en la misma escuela. O que la tienen que terminar para tener un título. Porque sin el título le gana el chileno que quiere laburar en Rappi, y porque sin el título le pagan dos mil pesos menos. Pero además porque sin al aprendizaje previo al título una persona piensa que piensa menos. Y si piensa que piensa menos piensa que piensa peor. Y en efecto, si piensa que piensa menos está pensando peor. Cuando una persona tiene ciertas limitaciones o que por algún motivo no pudo estudiar del todo en la escuela, suele ser una persona de pocas palabras. De muchas palabras es quien lee, o al menos quien mira muchas películas. Una persona de pocas palabras es fácil de estafar. Una persona de pocas palabras no le gana al miedo y le tiene miedo a su propia lengua. Tiene miedo a quedar mal. Miedo a decir una tontería. Miedo a decir algo equivocado. Miedo a decir algo ofensivo. Pero en realidad lo que tiene es miedo a decir. Y cuando una persona tiene miedo a decir, no corre con el riesgo sino que directamente le da la palabra a otra persona. Y cuando una persona le da la palabra a otra persona por miedo esa otra persona habla por uno. Y cuando una persona habla por uno seguramente no sólo esté hablando, sino que también esté pensando. Y cuando una persona está pensando por otra, es posible que esté pensando por muchas otras personas a la vez. Y a veces esto puede ser bueno, pero si se decide que así sea. En cambio cuando alguien piensa por otra persona, esta última persona se debilita y a esa persona le van a ganar a todo. Por eso es bueno dar clases de apoyo. Porque por ahí no es tan importante una división, ni es tan importante saber qué es una cigota, pero sí es importante no tenerle miedo a la lengua que tenemos adentro de la cabeza. Por eso hay que dar clases de apoyo. Para formar valientes. Para formar cabezas. Para que no las deforme la erosión del soplido del murmullo de toda la gente mala que quiere pensar por ellos.
El soporte técnico también puede ser asesorar a la gente en cuestiones civiles. Como poner una mesa para asesorar legalmente a alguien, aunque para eso es necesario un abogado o abogada. Pero también el soporte técnico puede ser tratar de arreglar cabezas. Y dar asistencia psicológica. Pero para eso es necesario una psicóloga o psicólogo. ¿Entonces cómo dar soporte técnico si no estamos instruidos con un diploma? Asesorando sobre la vida respecto a lo que sabemos nosotres. La política en gran parte es táctica y esa táctica se revela frente a nuestros ojos en muchos casos bajo el poder total de la anticipación. Ese arte milenario, el de saber para dónde va a salir corriendo el trueno, es crucial a la hora de pensar a la política. Para ellos, lo que tenemos que hacer es analizar cómo fue el pasado, porque la historia y la serpiente es el único animal que se come a su propia cola: el perro la persigue y no la alcanza, eso sería otro animal o un radical. Entonces en base a semejante perspectiva lo que podemos hacer es asesorar sobre la vida. Dar un consejo a tiempo a un chico que empieza a querer jugar al picante es importante. Explicarle a un nene que sacarse una foto haciendo “la pistolita” con los dedos no es un chiste sino que es una mierda, es importante. Explicarle que cuando salen a robar tienen razón pero que está como el culo y que todos los chorros terminan muertos o en cana y que todos los chorros son muertos o presos en “el último laburo”, que siempre es el último, y hasta su desenlace en verdad no lo era y el adoquín de la calle lo sabía. Dar un consejo a tiempo para decirle a una vecina que su marido es un abusador y que está mal que quiera tener relaciones igual cuando ella no quiere, es soporte técnico. Hablar con el vecino que no quiere ayudar a los demás vecinos es soporte técnico. Dar clases de fútbol hacer recreación, contarle cuentos a los niños, son todos ámbitos que sirven para detectar qué problemas puede haber. Problemas físicos, problemas del corazón o problemas de la mente. Mostrarles a los pibes que están seguros que van a salir últimos, que pueden salir terceros sin dudas. Y que para salir segundos o primeros se tienen que romper el alma porque el sistema es una mierda y lo que ha trabajado su padre toda la vida no alcanza para que nadie sea feliz. Y que el sistema está roto. Que el sistema está lleno de errores, y que un día vamos a tratar de romper al sistema, sin romper nada de verdad, pero rompiendo todo lo que sería el mundo para poder hacer descender a las estrellas al mar y apagarlas en una noche de rocío intenso y unicornios en dos patas bailando una canción.
Soporte técnico es hacer un mate cocido, para dos, para diez para cincuenta, para cien para quinientos. Tomarse un mate con el vecino, el diariero, el kiosquero y hacer un comentario sobre lo caro que está el sanguche del Subway al vendedor de Subway. También es soporte técnico acompañar a una mujer al hospital porque no quiere tener a ese hijo, o acompañarla a parir porque el marido se fue a buscar al papá de Nelson de Los Simpson.
Soporte técnico es detectar abusos, recomendar usar forros, explicar qué está bien y qué está mal, explicar cuánto es un PBI, cuánto es la deuda externa hoy, cuánto se le pidió al FMI, cuánto cobraba un jubilado, cuántas netbook se repartieron, cuántas escuelas, hospitales, rutas, calles, puentes se hicieron, cuántos trenes se compraron, qué es un satélite en el aire y todo eso, respecto al gobierno anterior y a este gobierno. Porque en definitiva, el soporte técnico nos habla de arreglar algo, y hay mucha cabeza rota por ahí que tenemos que reparar.
Esto no es todo.

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