Hoy le ganamos al fútbol.
El sábado, demostramos que hace diez años, empezó una década en la que sabíamos que le ibamos a ganar al fútbol.
Una década en la que la política volvió a todas las bocas, todos los cuerpos, todas las charlas, el café, la mesa y la charla en el baño.
Una década en la que sí, le ganamos al fútbol, sacándoselo de las manos sangrientas al Grupo Clarín y devolviéndoselo al pueblo.
Así terminó su programa de fotoperiodismo, Jorge Lanata, hace algunas horas.
Con la frase "Le ganamos al fútbol".
Claro, concreto, sincero.
Y kirchnerista.
Pretendía resumir así una victoria por puntos, puntos de IBOPE, en la que midió más que el partido Boca-Newell´s. No haré acá un tejido de sospecha sobre si Boca, tan cercano a Macri, tiró para atrás el partido para perder encendido, y perder 4 a 0, no lo haré, porque no soy como ellos, y no tengo pruebas.
Bueh, lo hice.
La cosa es que el programa de Lanata hoy empezó prometiendo que mostraría las fotos de Lázaro Báez "en situación", como había dicho en la radio, y luego que mostraría a Lázaro Báez ahí, durante la supuesta "remodelación" que Lázaro Báez había hecho.
Y así empezó el programa.
Primero con él, Jorge Lanata, en pantalones cortitos y ropa de fútbol y una hinchada pagada ahí para que aliente.
Leyó, el panelista Gendler, una bandera que nunca se vió.
Dijo: "Wiñazki pecho frío".
Bueno. Así quiere a sus amigos, Lanata, quien guiona el programa o al menos, lo aprueba.
Enseguida empezó el monólogo, aburrido, dijo que pasaría el partido en un picture in picture pero pasó 5 segundos (literal) y luego siguió su programa.
Avanzó con su comedia, y dijo que no era posible que entren 700.000 personas en Plaza de Mayo.
Lo cual, hay que decirlo, es cierto.
Por eso, le dejamos acá esta foto, en la que vemos que no fue sólo Plaza de Mayo.
También le dejamos un besito en la mejilla.
Muá.
Entonces se enojó porque dice que le dicen que le han dicho a quienes le dicen lo que decir que entonces lo que dicen cuando dicen lo que no dicen sería que están diciendo que no presenta pruebas.
¿Y cómo se fue todo el programa?
Así.
Autocitándose.
Mostrando sus propios programas.
Y sus propias investigaciones.
Pasando sus propios tapes.
Acá suena la primera alarma, y recuerden esto: Lanata, tanto con Fariña, con Elaskar, con la "secretaria" de Néstor, con Lázaro y con Máximo, siempre dijo lo mismo.
Y eso es lo siguiente: los Kirchner roban.
Roban guita.
Y Fariña dijo que la guita se pesaba.
Y Elaskar dijo que la guita estaba en "La Rosadita".
Y la "secretaria" dijo que vio bolsos con guita.
Y luego Lanata nos mostró, de mentira y cartón, la bóveda en la que Néstor guardaba la guita, porque así nos contó Lanata, diciendo hasta cuántos millones de Euros había allí.
Y Lázaro tenía una bóveda, en la que irremediablemente, habría mucho más dinero.
Es importante que recordemos que acá en "Powerpoint para todos", siempre se habló de que los Kirchner roban guita.
Mientras tanto, el programa seguía avanzando así, programa uno, programa dos, programa tres, luego se sinceró y dijo "episodio cuatro", y así.
Demostrando con su fotoperiodismo, que tenía las pruebas que él mismo había presentado, en las que la Argentina toda, blanca y sana y buena, comprobarían empíricamente que los kirchner, robaban guita.
Y volvió al show.
Mostró las mismas fotos que toda la prensa tuvo antes.
Mostró las mismas fotos que el propio Majul había mostrado un ratito antes.
Y trajo a Wiñazki en pantalón cortito, a debatir seriamente, presentando un informe sobre el informe, en el que un perito, peritaba en base a las fotos que había ahí y el video de la casa de Lázaro.
Acá, la foto de Wiñazki en sus agradables y deportivos breves.
Para eso le garpan.
Acá en la foto que acabamos de ver, podemos ver, aunque no sea mi casa, a mi propio Playstation 3.
Lo de la canaleta del juego, está comprobado.
O al menos a mi me parece que sí.
Porque el perito que llevó Wiñazki, decía eso: "A mi me parece que sí".
Así.
Simple.
A él le parece.
Eso, es una prueba.
Que a él le parece.
Mientras tanto, yo seguía con ganas de ver las fotos de Lázaro con el martillo y el casco mandándole con toda a la pared, martillo en mano, plam plam plam, tomá, pared, tomá, pared gorila.
Y no venía.
Y entonces vino.
Vimos las fotos.
Vimos todas las fotos.
Mentira, vimos algunas, porque las que vimos son las que ya habíamos visto: fotos de bolsos, fotos de bolsas, fotos de una fogata, fotos de camionetas, más fotos de bolsos, más fotos de bolsas, fotos de una pared, fotos de unos lockers, y todo, pero todo, vacío.
Salvo las bolsas, que algo adentro tenían.
De los bolsos no podemos decir que estaban llenos o no.
Pero las bolsas sí.
Entonces... Lanata se ganó a sí mismo.
Y dijo que en esas bolsas, "habría armas".
Así.
Sin pelos en la lengua pero sí en todo el cuerpo.
Que en los bolsos habría armas.
Sin ningún tipo de foto, prueba, análisis, peritaje, forma de bufoso, balazo, nada.
Lo dijo.
Y chao.
También luego profundizó su modelo de investigar, al decir que ellos habían chequeado las patentes y que todas las patentes eran de camionetas de Lázaro Báez.
Ahí se despertó otra alarma: no sólo no había guita (por ahí quemaron 300 palos europeos en la fogata, andá a saber), sino que no había fotos de las patentes.
Ni una sola.
Ni nada.
Luego Lanata cortó a una imagen de video, en la que no sé bien quién, espero que Wiñazki, así siente vértigo periodístico, filmaba a una camioneta en una supuesta casa de Néstor, estacionada con la culata en el portón, irse luego por ahí.
Sospechosamente.
El Ciego Rivaldo, en twitter, escribía que le resultaba al menos curioso que no hayan seguido a esa camioneta para ver adonde corno iría, pero la mentira y la sospecha, ya estaban instaladas.
Yo creo que el veedor de Lanata, el señor y la señora que lo miran enojados con el gobierno, se den cuenta que le pasaron de una investigación por robo de guita, a una investigación en la que un tipo se llevaba armas.
En bolsas de residuo.
Luego tiró dos o tres más, una imitación de Néstor y dijo que los montoneros mataban a personas desarmadas pero que él no podía matar a nada.
Ahí, todos los pelos que no tenía en la lengua se le fueron al cuerpo y se convirtió en el gorila boludo que a todos nosotros, los peronistas, nos gusta tener a mano para revolearle una banana para que la traigan, obedientes.
Wiñazki, mientras tanto, quizás, observaba todo con un suspiro, pensando qué dirían sus parientes al verlo en pantalón cortito.
Pero le ganó al fútbol.
Lo dijo él.
Y apagó la luz y se fue.
Y toda la mentira, mientras tanto se hace carne, y nosotros los militantes tenemos que picar esa carne.
Para ir terminando, dos anécdotas, y son casi denuncias.
En el colegio San Marón, en Paraguay 834, hay un profesor de Educación Plástica que se llama Miguel Angel Auri.
Este tipo, arranca su clase de, repito, educación plástica, para chicos y chicas de 12 años, hace un par de semanas, preguntándole a los alumnitos, si sabían cómo había muerto Néstor Carlos Kirchner.
Los chicos, muchos de ellos, no tienen idea.
Uno de los nenes, le dice que Néstor murió de un ataque cardíaco.
Dos compañeritas apoyan eso.
El profesor niega.
Y pasa a contarles, el profesor a sus alumnos, con lujo de detalles, esta historia que está dando vueltas en las redes, y que denunció oportunamente el siempre oportuno Mussa:
"El denunciante, que como medida de previo y especial pronunciamiento, solicita ser incluído en el programa de de reserva de identidad de testigos, por ser un alto Jefe de la Plana Mayor de Gendarmería Nacional en actividad, relata en su presentación, lo que sigue: Que por estrictas cuestiones del servicio, tomó conocimiento que en el mediodía del 25 de octubre de 2010, durante una discusión entre el de cujus y su esposa, en el palacete de El Calafate, aquél comenzó a propinarle una feróz golpiza, que devino por haberlo anoticiado Rudy Ulloa, sobre reiteradas infidelidades de la última con el entonces Jefe de Gabinete Alberto Fernández, de quien hacía tiempo NCK ya sospechaba, seguramente con fundadas razones. Que al producirse una inusitada escalada de los puñetazos de Kirchner en el vientre de su esposa, y frente a los pedidos de auxilio de ésta, al encargado del retén de Gendarmes que custodiaban el perímetro no prestò demasiada atenciòn a la incidencia, por cuánto las reyertas conyugales eran una reedición casi cotidiana. Fue entonces, que a empellones su hijo Máximo con la ayuda de uno de los ex secretarios privados de la pareja -Fabián Gutierrez, derribaron la puerta del dormitorio que estaba cerrada con llave por dentro e irrumpieron en la suite matrimonial. Según el relato de miembros de la reducida servidumbre, presente en esos dramáticos momentos, Máximo previo a ello, corrió a su habitación, de la que extrajo una pistola calibre 9mm. Y empuñándo la misma hizo su ingreso para detener la gresca conyugal, que como señaló el presentante, las mismas eran moneda corriente, tanto en Santa Cruz como también en Olivos, con una reiteración en un peligroso ascenso y casi siempre por idénticas causas de adulterio, a las que la ahora Presidente le reprochaba a su esposo las suyas, que al parecer eran de una magnitud equivalente, pero alternándo mujeres y efebos. Según prosigue el denunciante, unos instantes después de la irrupción de Máximo en el improvisado ring, los testigos escucharon una estruendosa detonación, proveniente de una inconfundible arma de fuego. Ante semejante suceso los quince numerarios de Gendarmería, destacados en las inmediaciónes se hicieron presentes en la escena del crímen. Y encontraron al entonces Presidente bañado en un charco de su propia sangre con su rostro irreconocible y abundante pérdida de su masa encefálica. Ante tal estupor, los uniformados quedaron atónitos, desconcertados, hasta que se hizo presente, más o menos quince minutos después Zanini, Alicia Kirchner, la esposa de Julio De Vido y un grupo de colaboradores. Dieron la órden inmediata de asistir a la viuda y también a su hijo, que estaba con sus signos vitales en estado de inconexión, por una evidente sobredósis de heroína, de la que al parecer es muy afecto. El denunciante afirma, que los allí presentes, se adueñaron de la situación, de manera excluyente, desalojándo a todos los testigos inconvenientes del suceso, incluyéndo a todos los efectivos de la guardia de prevención. Y posteriormente lo indujeron al Director del hospital de Gallegos, para que certificara las causas del deceso como de carácter no traumático. Pese a toda la data aportada por este Gendarme, por haber acaecido el magnicidio sin la presencia de testigos oculares confiables, no está en condiciones de afirmar si Máximo con su alocada ingesta de enervantes o la propia Presidente, en un acto de desesperada y ¿porqué no? justificada auto defensa, fue la autora material del homicidio.Al parecer, los Argentinos, merced a esta denuncia, nos desayunamos, de las causas por las cuáles, el funeral de NCK, se hizo a féretro cerrado. Pero de cualquier modo, los ribetes no revelados aún de este crimen y su verosimilitud, solo verán la luz, con la autopsia correspondiente."
Los chicos se rieron.
Le dijeron que era una locura.
El profesor se enojó y luego los retó frente a todos los compañeros, diciendo que esto se dice en todos los canales de televisión del mundo, pero que la Presidenta lo prohíbe.
Otra profesora de esa escuela, en este caso la de matemáticas, no tengo el nombre aún, arranca sus clases con una adivinanza.
Empezó, hace unos días, dibujando a una mujer.
Le hizo la ropa, pollera.
Luego le hizo un bigote de Hitler y una Svástika.
Los chicos no sabían quién era.
"Cristina, es Cristina Kirchner!", gritó.
Con lo cual, sería interesante que comprendamos que por más que nosotros sepamos quién es Lanata, qué hace Lanata y por qué hace lo que hace, con no verlo, nunca alcanza.
Con hacernos los boludos, tampoco alcanza.
Es tarea de la militancia conocer al enemigo, destaparle sus mentiras y poder discutir con altura a la bajeza moral de perodistas como Lanata y miserables que se ponen un pantalón corto en el Prime Time, por dinero, como Nicolás Wiñazki.
Es tarea nuestra demostrar con el material que él nos da, que miente descaradamente.
Y es quizás nuestra tarea más jodida, comprender, asimilar y explicar que una operación de prensa, aún mal armada, tiene reverberancias en el día a día. Como sucede en esa escuela.
Como sucede en muchos de los lugares y las casas de las personas (buenas personas, con buenas intenciones) que saben que han tenido el poder de echar de Casa Rosada a un Presidente como fue con De La Rúa.
Es tarea nuestra, entonces, seguir mostrando lo que no muestran.
Seguir peleando con los que nos pelean.
Seguir comprendiendo que somos lo que hacemos y decimos.
Hacerse carne con la idea de que esta fue la primera década ganada, y que tenemos que construir la próxima década.
Seguir yendo con la verdad, siempre.
Seguir dudando, sin ninguna seguridad sobre lo que la política es, pero sabiendo siempre lo que la política debe hacer.
Seguir siendo felices, durmiendo en paz.
Y saber que las personas que echaron a De La Rúa, también son, en gran parte, las que hoy apoyamos a Cristina en una Plaza de Mayo y media, llenas.
El día que el pobre esté llenando esa plaza, será cuando todos nosotros nos callaremos la boca y nos iremos adonde nos tengamos que ir.