martes, 27 de diciembre de 2011
LA UNIÓN
sábado, 24 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Tercer encuentro: el Pabellón Militante (DEL VATAYÓN MILITANTE)
Luego de la primera visita que hicimos como agrupación a un penal, tuvimos un encuentro lleno de alegrías y emociones en Chacarita 6257, El Argentinazo, donde más de 20 personas privadas de su libertad compartieron con nosotros una noche de música, lectura, canto y baile.
Para muchos de ellos, era la primera vez que salían en muchísimos años, y cuando decimos muchísimos, hablamos de más de diez años.
Para el Servicio Penitenciario Federal, era la primera vez que sucedía un hecho de esta magnitud, de noche, en la calle, y compartiendo igualdad.
Hemos subido en su momento fotos del evento, y hemos invitado a todo el mundo a participar.
Desde ese entonces y hasta hoy, hemos profundizado en la idea de asumir la responsabilidad social militante y como actores activos del modelo, buscamos la manera de participar con los internos en diferentes actividades.
Para ello, comenzamos con talleres de Murales en el Penal de Devoto, talleres de Tango en Ezeiza, y en las próximas semanas lanzamos los talleres de Teatro, entre otras cosas.
En el camino, y siempre con el apoyo, la aprobación, la entrega y la exigencia feliz del Director del Servicio Penitenciario Federal, Victor Hortel (alguien a quien le proponemos una cosa y nos propone cuatro más) y a la Jefa de Gabinete del Servicio, Laura Lo Presti, estamos a pocos días de presentar junto a la Escuela Nacional de Gobierno, los "1000 Murales", en una actividad conjunta propuesta desde el Vatayón, que consiste en pintar murales en diferentes penales, a jornada completa, interactuando en murales adentro y fuera del penal.
Pero esta vez, lo que fuimos a hacer, fue a compartir igualdad.
A compartir felicidad.
Llevamos nuestra fiesta al penal de Ezeiza, todo el día, desde el mediodía hasta el atardecer profundo.
Nueve de la mañana. Así partimos.
Durante, el viaje, todo era, como siempre, felicidad. Queríamos llegar, queríamos hacer, queríamos divertirnos un buen y largo rato.
Entonces cruzamos las puertas, las primeras rejas, y encaramos hacia el gimnasio y el predio donde nos esperaban y nosotros esperabamos pasarla realmente bien.
Una vez allí, luego de presentarnos, de colgar las banderas, de saludar a los compañeros y compañeros que ya conocíamos, todos nosotros, las más de trescientas personas que estabamos ahí, escuchamos el himno tocado por el Grupo Fusión, dos compañeros de Marcos Paz.
Luego de una introducción bastante informal, en la que contamos qué es lo que hacemos ahí, los talleres, las actividades y la responsabilidad social que creemos que tienen que tener todos los actores políticos con las personas privadas de su libertad, compartimos nuestro video presentación.
Enseguida y pegado a eso, leímos algunas cosas que queríamos decir, cosas que habíamos escrito nosotros.
Poemas, escritos. Pedacitos nuestros.
Al rato, las bandas.Mientras nosotros repartíamos los números para el sorteo de remeras y libros que ibamos a hacer después, diferentes internos e internas cantaban, bailaban, la pasabamos bien.
Masticabamos la igualdad, la justicia, los derechos y todo eso que llamamos peronismo.
Tuvimos algunos problemitas de sonido.
Lo cual generó que compañeros de otros penales, que habían traido sus propios equipos, los pongan a funcionar y compartamos entre todos, los locales y los demás, el sonido.
De un lado salían los micrófonos, del otro los instrumentos.
Igualdad. Compañeros.
Todo eso, permitió que cuando fue el momento de escuchar cuarteto, todos nos pongamos a bailar.
Luego nuevamente disfrutamos, como hace algunas semanas, las danzas de las compañeras bolivianas, y las canciones tradicionales que tanto nos emocionaron.
Y seguimos con más música.
Más grupos que habían ensayado especialmente para esto.
Muchos instrumentos construídos en los penales.
Muchas clases de percusión, de canto, de guitarra, ahora tenían su día.
Su festejo.
Entonces, ya tipo tres de la tarde, fue que empezamos a escuchar los redoblantes.
La murga. Esa vieja y querida grela de barrio, tan callejera, en las calles del penal.
Como siempre, Victor Hortel, el Director, tocando con ellos.
Y todos confundiéndolo.
Los que no saben que es el Director, lo tratan como a un compañero.
Y los que sí lo saben, también.
Ahí sonaban esos tambores, ahí explotaban esos bombos, ahí perdíamos lágrimas en el camino mientras venía uno y nos parafraseaba una canción, alterandola un poco y diciendo que "las oficinas ya no están tan llenas de ratas", y otros compartían con nosotros que desde hacía once años que estaban presos y que nunca, nunca habían vivido algo así.
El Vatayón Militante empezaba a convertirse al menos por un par de horas en un Pabellón Militante, en cientos de compañeros cantando y bailando, sonriendo con gestos duros, siendo niños un buen rato, otra vez. Siendo inocentes.
Y así, detrás de la murga, salimos todos a compartir choripanes, pizzas, gaseosas.
A los saltos, celebrando.
Estuvimos un rato ahí en el patio, y después volvimos porque faltaba mucho más.
Y mientras todo eso sucedía, un grupo de los nuestros junto a la murga de Marcos Paz, visitaba a los internos de los pabellones psiquiátricos y al hospital.
Ahí no, no sacamos fotos.
Pero nos llevamos las imagenes más puras de la emoción, de la inclusión, los abrazos, las historias, de la alegría y de la igualdad que tanto buscamos, necesitamos y disfrutamos.
Volvimos al gimnasio.
Volvió la música.
Siguieron los tambores, la percusión, las canciones.
La fiesta.
Y entonces llegó el momento de los sorteos.
Regalabamos libros de las Zonceras, de Anibal Fernández.
Regalabamos libros de la editorial Eloísa Cartonera.
Regalabamos remeras del Vatayón.
Y donabamos unos ejemplares de los libros para la biblioteca del penal.
Ya tipo cinco de la tarde, llegó nuestra sorpresa: el gran Leo García!
Fue recibido con aplausos por todos, y uno de los compañeros, tomó el micrófono y lo felicitó por las enormes PELOTAS que hay que tener para ir a tocar ahí.
Y vinimos. Y nos vimos. Y bailamos. Y vivimos. La V de la Victoria se hace algo parecido a la realidad efectiva, la realidad afectiva nos invita a que pongamos un minúsculo granito de arena para poder continuar con la Vataya cultural.
Y sepamos siempre una cosa: no es por Perón, no es por Néstor, no es por Evita, no es por Cristina que estas cosas tienen que multiplicarse.
Es por nosotros, que somos ellos, es por ellos, que somos nosotros.
Y todo esto, sólo y únicamente, se puede hacer con Perón, con Néstor, con Evita, con Cristina.
Porque ellos y ellas también son nosotros, como nosotros, somos ellos y ellas.
Para que reine en el pueblo, el amor y la igualdad.
V!
Próximas paradas:
Los talleres de murales, tango, teatro.
La inauguración de los "1000 murales" en Devoto esta semana.
Fiesta en Enero, en Marcos Paz.
domingo, 18 de diciembre de 2011
sábado, 17 de diciembre de 2011
ESA ENFERMEDAD LLAMADA PERONISMO
Nota publicada en la revista Caracú, número 3:
De todas las enfermedades que nos ha tocado sufrir, la más notoria, la más “enferma”, sin dudas, es el peronismo.
Escribo esto en el final casi del día del militante, y no creo equivocarme si planteo que tanto como para mí, para muchos de nosotros sí, fue un día más, en el que no alteramos nuestras actividades diarias, en las que no dejamos de hacer algo para rascarnos la barriga, ni evitamos sólo por hoy, militar por un país más justo, o por una provincia más correcta, o por un barrio más sano, o por una situación más amena, o por algo, por chico que fuera, que puede ser tan grande, que cambie al menos algo que creemos que no está bien.
De todas las enfermedades que le ha tocado sufrir al pueblo, la que no se sufre, la que se disfruta y se contagia, es la que llamamos peronismo.
Esa enfermedad que se contagia con amor, que te deja temblando de la alegría, que te sube la temperatura y que te obliga a gritar, mucho, muy fuerte, el nombre de Perón, de Evita, de Néstor, de Cristina y de todo aquel que se acerque al pueblo y le de respuestas, les de la mano de arriba hacia abajo y luego de abajo hacia arriba y así todo el tiempo, manos que se cruzan, manos que transpiran y manos que tienen ojos y se convierten en caricias para la memoria, algo que los peronistas, jamás vamos a olvidar.
De todas las enfermedades que a nosotros como argentinos y a todos como sudamericanos y al mundo como habitantes recónditos del mismo les ha tocado soportar, el Peronismo es una de las pocas que no es hereditaria: mi propia familia me llevaba de pequeño, muy pequeño, a mirar “al negro ese” en la esquina, y ese negro era Herminio Iglesias y bueh, la cuestión hace a la historia y la historia la vamos haciendo y deshaciendo, pero la cosa, la anécdota, es que yo me puse a cantar la Marcha Peronista (claro que sólo el PERÓNPERÓN), a esa tierna edad y que mi propia familia me miraron con horror.
Con tanto horror como hoy admiran con amor a Cristina y a Néstor, y no al pelito de Cristina o a la sonrisa de Néstor, sino a la gestión, a la realidad efectiva y a la emotividad afectiva que han sabido generar estas dos personas, hasta ahora, con todo lo bueno que han hecho, con los cambios de base, estructurales, reales que han generado con sus haceres y decisiones.
Imagino, hace no mucho tiempo, lo francamente dificil que debe haber sido para nuestros padres, para nuestros tíos peronistas, para nuestros negros mayores, explicar qué corno era eso del peronismo y porqué tipos que no son peronistas decían que lo eran.
Ha pasado un largo, larguísimo trecho, una enorme destrucción de la sociedad para que finalmente comprendamos que “peronista” no es un adjetivo, sino una manera de vivir, de pensar, de hacer, de hacer hacer, de pensar la vida y de vivir pensando una vida de hechos sobre las palabras.
Y si hay algo que todos nosotros debemos comprender, es que en cada kirchnerista existe un peronista. Porque si le permitimos a los que dicen que son kirchneristas, decir que NO son peronistas y ni siquiera se lo explicamos, correremos con la enorme falta de respeto a la historia y contaremos las migajas que quedarán de situaciones momentáneas: así como en su momento se apostó desde el gorilismo más berreta enaltecer la figura de Evita en detrimento de la del General Juan Domingo Perón, ahora se procura, desde el día 1 posterior a la victoria avasallante de nosotros el pueblo el pasado 23 de Oktubre, instalar en los medios la adjetivación “Cristinismo”.
Estemos atentos, entonces.
Esto es PERONISMO, como decimos en el Vatayón Militante, que por añadidura es KIRCHNERISMO.
No permitamos que nos roben la historia, como ya nos han robado la historia en la cara, primero en el genocidio de los setentas, y luego en el genocidio cultural y ético de los noventas.
La historia es nuestra, y todos los días la cabalgamos. Seamos responsables.
Heredemos la alegría.
Heredemos la gloria.
Y dejemos una herencia de una construcción que no tiene ni 2, ni 3 ni 4 años.
Tampoco tiene 8.
Esta construcción tiene más de 50 años, y por eso, se hace tan fuerte, tan maldita y tan maravillosamente pueblo.
domingo, 11 de diciembre de 2011
OPINO LO QUE QUIERO PORQUE ES MI BLOG XVI
Para la opinión semipública (la opinión del que opina desde la trinchera 2.0), todo será que Moyano es un garca y Cristina una santa, pero no nos preocupemos tanto ni sigamos tirando con nuestros revólveres de plástico, porque tanto de un lado como del otro, saben exactamente a qué jugar y lo único que puede acontecer es que nosotros quedemos heridos en el medio por no haber podido construir un argumento sólido ni para un lado ni para el otro, siendo que por lo único que hay que argumentar, es por las tres banderas: la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, tres cosas que se alimentan entre sí y que bajo ningún concepto pueden separarse.