TE ESTAN TOCANDO EL HOMBRO, HERMANO

Qué hubiera sido de la historia, si mañana, al momento de la jura, hubiera estado Néstor ahí.

Sonriendo, feliz.

Qué hubiera sido del tiempo, si Néstor era el que lo recibía y ella la que se lo daba.

Llorando amor y orgullo.

Qué hubiera sido de la vida, si todos nosotros hubiéramos metido ese 54% a favor de Néstor, porque se presentaba él, y lo veíamos el sábado cruzar la plaza otra vez, de la mano nuestra, en un grito de corazón.

A pelo, cabalgando un potro salvaje contra el sol, abriendo los brazos.

Qué hubiera sido de nosotros, si el que daba el discurso era Néstor, a los gritos, y Cristina lo abrazaba desde atrás, emocionada y mirándonos, y mirándolo y nosotros escuchando.

Qué hubiera sido.

Qué hubiera sido?

Te están tocando el hombro, hermano.

Te están diciendo que no hubiera sido mejor, ni peor.

Que hubiera sido lo mismo.

Acá no cambió nada.

Néstor llegó y rompió todo lo que conocíamos.

Y quedó más vivo que nunca, pero de verdad, eh.

Se convirtió en cielo, se convirtió en la amargura del vino, se hizo aire, se hizo caricia.

Se hizo la puta realidad efectiva.

Y por eso, si te están tocando el hombro, hermana, ni hace falta que te des vuelta.

Es Néstor, que somos nosotros, que es Cristina, que son los pibes, que son los viejos, que son las madres, que son las Madres.

Que es la justicia social rodeada de tres banderas hermosas, y ese grito de corazón: Viva Perón!