sábado, 30 de octubre de 2010

Épica I - Miércoles





















Entonces todo terminó así.
Todo se desvaneció.


Golpeaban la puerta, tocaban el timbre, ardían esos celulares y la noticia no encajaba, no encuadraba, era mentira, era re-chequeada, era una estrategia, al final no, no podía ser, no era, que sí, que no, que caiga un chaparrón, pero que borre todas estas páginas de internet tan gorilas que se pasaron de rosca.
Gorilas hijos de puta, están mintiendo la mentira final, están diciendo lo que nadie quiere, no pueden hacerlo, mienten tanto que casi me lo creo.
Pero es mentira, no pasó nada de esto, no.

Y no.

Y las páginas se actualizaban y seguía todo igual, todo peor, pero nadie creía nada porque no había pasado nada.
Ni el censista, todavía.
Y no venía, y uno cacheteaba a esas teclas enojado, revoleaba los ojitos en redes sociales sin querer creer lo que tenía en la jeta y sin embargo, seguí ahí, el zócalo de mierda de los canales de tele seguía mintiendo!

Los mensajes de texto, con el cuidado de un pariente muerto, caían y caían, los más sentidos pésames no se demoraban un instante y el suelo, y el techo y las paredes iban haciéndose cada vez más un lugar brutalmente inhóspito.

Ibamos cayendo, ibamos viendo lo frágil, lo desesperante, lo auténtico del mundo real.

Estaba más o menos lejos el final.

Acelerabamos todo tipo de suspensiones, le decíamos que NO a todas las citas, a todas las reuniones y ahora el objetivo era salir, salir y salir, correr por la calle, llegar a la plaza, tratar de resistir, de mostrar que no nos habían vencido, y si eramos los únicos que ibamos a esa puta plaza a parar de pecho un bombardeo (todo era posible con el diario del lunes) ibamos a ir, solitos y valientes.

Y llegaron los censistas y la gente se iba yendo y las computadoras y las casas y las mascotas quedaban solas y los mates quedaban en las mesas medio tibios y solitarios y la tele quedaba prendida andá a saber hasta cuándo.

Los trenes, los colectivos, los subtes y las veredas en general tenían ese silencio de feriado raro.

Ese ruido que se escucha un primero de enero, cuando todos estan borrachos, bien comidos, bien cogidos, contentos de que empieza algo nuevo.

Pero no.

Pesaban las mejillas, pesaban los párpados y todos o casi todos estaban tristes, preocupados o sorprendidos de que había pasado algo que seguramente no tenía que pasar.

Como si lo impredecible, fuera predecible, já!

El tiempo y el destino tienen ese capricho: no se dejan mostrar, porque si se dejaran, haríamos lo posible por cambiarlo, siempre jugando tan pero tan al límite de lo que tenemos.

Y llegábamos a la plaza.

Nos conocíamos de siempre. Nos reconocíamos por algún gesto, y ese gesto era el velo de una penuria enorme, de un misterio y de una pregunta que molesta, siempre vuelve: “Porqué?”.

Nos ibamos encontrando, las banderas se alzaban brillantes y opacas y un silencio reinaba en todas esas caritas: una cola enorme de gente quería acercarse a dejar una cartita, una flor, un beso enorme, un fuerte abrazo, un gran saludo.

Y todavía creíamos que la palabra “enorme” era eso.

Porque seguía cayendo gente, gente nueva, gente a la que nunca vimos en marchas, el subsuelo de verdad, gente que se cansó de decir que no le importa la política, gente que en los bares decía que los K son buenos “pero”, gente con la ropa del laburo.

Gente que siempre creyó que el suelo existía, hasta que se lo sacaron los tiempos y se dieron cuenta que el suelo, no se había hecho sólo.

Gente que calculaba sus sueldos y los ponía en perspectiva y veía que el porcentaje del aumento de ese sueldo en siete años era de un 200% y el de la leche de un 50%.

Entonces iban cayendo, cayendo en la cuenta y cayendo en la plaza y más banderas, más banderas, banderas enormes, banderas nuevas, banderas de oro.

Abrazos que se confundían en lagrimitas, en putaquelosparió, en pesares y la noche se abombaba y empezaba a cobijarnos, a darnos aliento, a saber que ni iba a llover, ni iba a hacer frío.

Se cantaba el himno, se cantaba la marcha peronista y se perfilaba un “si nos tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”.

Se respiraba revolución otra vez, como alguna vez dijo Chávez.

Llegaban más mensajes de texto, gente que quería estar ahí con ella, gente que tomaba colectivos, que corría por la calle, que se ponía la bandera que había comprado para el mundial en los hombros como una capita, como superhéroes de la patria: todos venían a saludarlo a él y a salvarla a ella, madre nueva.

Las noticias estallaban, los canales metían helicópteros, cámaras aéreas, periodistas entre la gente.

Los canales no comprendían que sucedía, si esto no era el pueblo el pueblo dónde está, porque no paraba de caer gente.

La organización comenzaba a vencer al tiempo: se plantaban vallas para tener una cola de cuatro cuadras, y ahora, la palabra “enorme” tomaba una dimensión bastante más grande que la de hacía un rato. Existía el miedo del desborde de gente, de una patriada sin sentido, de un grito de corazón exaltado, y esos ojos, hermosos, miraban a la bandera, miraban al color rosita nena de la Casa de Mamá y esperaban a ella, la nena más hermosa, el pedazo de mujer de la cual todavía, no sabíamos cuándo llegaría, a qué hora ni si estaría, triste, fea, rota y adiós.

Horas más tarde, mil abrazos después, con una pantalla que plantaban por ahí, una Evita inflable y un Néstor Eternauta que le daba la bienvenida a todos los héroes que eran el héroe, escuchamos al helicóptero llegar detrás de la Rosada.

Los que estabamos ahí, caminamos despacio y callados hacia la reja y apoyamos nuestras manos para ver qué pasaba.

Y el final, empezaba a terminar.

10 comentarios:

Maxi® dijo...

LO VIVI... ES GENIAL... VIVI TODO, Y CADA SEGUNDO QUE IBAS RELATANDO INEVITABLE DEJAR CAER UNA LAGRIMA, INEVITABLE SENTIR LO MISMO, GRACIAS HANK..

Ernesto dijo...

Que berretada, por favor, cortala de una vez con esta pseudo-literatura lacrimógena... ah, y bienvenido al mundo real, te acordaste tarde?. Cuando hacías tapas falsas de Cerati era virtual el dolor de sus fans, verdad?. Ahora te toca a vos, aunque descreo de tu "llanto", te da la oportunidad de mostrar tu costado de literato frustrado... por favor, devolvele el apellido a Osvaldo Soriano, se revolcaría en su tumba al leer estos ensayos que tanta gracia me causan... hasta la victoria siempre con Néstor y Cristina!.

Bondi, Juan Bondi dijo...

Que payaso sos, Ernesto, Vos en serio creés que Cerati es comparable con Néstor? De verdad? No, no, en serio... ¿De verdad? Un tipo, bah, un nene bien que sólo hizo música, cuyas letras no conmueven porque no tocan lo humano, sus grandes tragedias tenían que ver con haber perdido el amor de alguna/algún niña/niño que hacía las veces de insípido partenaire a su lado y lo mediatizaron hasta el hartazgo como si fuese el Dios de la música que con sus letras nos iba a salvar de la mediocridad, de esa que, evidentemente, tipos como vos exhudan, disculpame pero no puedo encontrar el punto de comparación entre un músico mediocre y exclusivamente comercial con un tipo comprometido con su país y su pueblo, no me termina de convencer que alguien que tenga más de 8 años (mis hijos tienen esa edad y entienden perfectamente la diferencia entre ídolo pop e ídolo popular), crea y sostenga que el "dolor" por la muerte de alguien que no deja nada (sí, yo creo que Cerati no deja nada), sea comparable al dolor por la pérdida de aquel que nos devolvió la esperanza, que nos mostró que otro país es posible, que le acercó la política a la juventud como herramienta de transformación. Con todo respeto te lo digo: La comparación es, cuando menos, ridícula.

Juan Soriano dijo...

Ey, mientras estos no contesten con nombre y apellido, no hay porqué responder.
Todo bien, como dije en el posteo de Cerati (y no tengo empacho en decirlo de nuevo), nunca me reí de Cerati, aunque me recontra re chupe la pija que viva, muera o se compre un sombrero.
Fue un ataque a Clarín, nada más.
Pero igual yo firmo, eh, soy Juan Soriano, gatodecalle2@hotmail.com

Me hago cargo, qué se le va a hacer.

Maxi® dijo...

Ernesto, mas alla que comparto lo que dice jeronimo, el post de ceratti no apuntaba a ceratti, sino a clarin, ceratti fue simplemente el medio para pegarle a clarin con lo antes ocurrido con el suplemente especial de sandro, medi tus palabras y desarrolla tu capacidad de entendimiento de las cosas

Ernesto dijo...

Así me gusta más, vengo a sacarlos de la pavada y el moco fácil, no lo escuchan al jefe?. "No me lloren", hace falta que lo diga como lo está diciendo desde un spot de Canal 7, no bastó su ejemplo y el de la compañera Cristina?. A soplarse los mocos, señores, lo mejor está por venir... aunque dudo que uds. estén, como dije antes, a la altura de las circunstancias.

Anónimo dijo...

Ya se están matando entre uds.? La verdad, dan lástima de patéticos...
La historia se repite una vez más...

Juan Soriano dijo...

Ernesto, quién carajo te conoce?
Tocá para otro barrio, acá la gente se hace cargo al menos de su nombre.

Y vos no le sacás nada a nadie, salí de la compu que te confunde un poquito.

Repito: gatodecalle2@hotmail.com, yo soy Juan Soriano, vos no sos nadie.

Néstor Dulce dijo...

Hola, Te invito a leer un blog de humor K Un adelanto: DIALOGO DIOS Y KIRCHNER: "Quiero darte unos consejos para que se los transmitas a Cristina para que sepa como actuar con los traidores. ¿Te acordás cuando en "la última cena" Judas vendió a mi hijo por una monedas? Bueno ... al desgraciado ...le hice sentir tanta culpa que solito se ahorcó en un árbol.Ya pasaron dos milenios, ¿y qué recuerdo quedó de Judas? A nadie le importa: no existe ni una estampita suya, ni un souvenir. Todo el merchandaising quedó para mis discípulos leales. Y, lo que es peor, el nombre Judas quedó asociado a la maldad y la traición. No quiero exagerar pero creo que hasta Hitler, Musolini o Franco tuvieron más suerte que él.¿Cómo pensás que va a terminar Cobos?"PD: Dios le dice a Néstor:"Ponete contento. Hoy en Argentina ha nacido el tercer movimiento histórico, después del radicalismo y del peronismo, el kirchnerismo. Y no sólo lo digo yo, lo dice tu gente en las calles. Vení, mirá hacia abajo desde esta nube. Esa multitud te está vitoreando"VOX POPULI, VOX DEI. La voz del pueblo es la voz de DiosLEEER MAS EN http://www.kikitodulce.blogspot.com/ /Y si te agrada hacete miembro del blog·
http://www.kikitodulce.blogspot.com

Anónimo dijo...

CARTA A CRISTINA EL DÍA DESPUÉS


Yo, un pequeño y anónimo hombre en la infinita historia de mi Pueblo, no puedo dejar de conmoverme ante Ud. Sra. Presidenta de mi Patria. Orgulloso de ser parte de un Pueblo que fue llanto y que se acerca cada día un poco más a ser sonrisa. Yo no puedo dejar desde mi lugar de ciudadano, que me hace vecino de mis vecinos, camarada de los que luchan por un bienestar colectivo donde la paz que genera la igualdad es lo único que reconforta, un lugar que me hace hermano y que me hace hijo; no puedo mi querida señora, dejar de llamarla Cristina para verla un instante como la Madre que vela por un puñado enorme de hijos. Más de 40.000.000 dice usted que somos. Cómo no va a encontrar en tan gigante ola de gente, los hijos renegados, los hijos desvalidos, el más débil, el más fuerte, la "oveja negra". Así también los agradecidos, los necesitados... así éste que le habla soñando que lo hace mirándola a los ojos, pidiéndole que tenga fe, que no pierda la fe; que hay dos cosas de las que estoy convencido. La Primera: Esa mujer que se llamó Eva Duarte de Perón y a la que llamaremos hasta que nuestra luz se extinga EVITA, nos vigila y nos guía sosteniendo la fuerza de cada hijo de esta tierra bienamada y que así como EVITA nos ilumina, así, el segundo de mis convencimientos: y es que Néstor hace lo propio. "Al gran hombre no se le da, se le pide y es así como se le glorifica" A Néstor le pedimos hoy más que nunca, hoy porque hoy él es LUZ, que sostenga la mano de esa familia que junto a Usted supo formar, una familia con reflejo paralelo, la del apellido Kirchner y la de la Patria, dos sueños de una Patria Grande. Larga vida a Ud.
Atte. Jesús Navarro
DNI 29171075

Publicar un comentario