No hay infierno que te aterre, cuando sos el Diablo.
No hay mugre que te intimide, cuando sos la basura.
Y en la próxima vida, dale juguetes a ese chico que no tiene.
Dale plata al miserable.
Dale felicidad al triste.
Dale manos al manco.
Dale un cuerpo de mujer a esa mujer que nació varón.
Dale un cuerpo de varón a ese varón que nació mujer.
Dale.
En mi próxima vida, haré lo mismo que hice hace un rato.
Igualito. Lo mismo.
Sólo que pretenderé no demostrar, todo el tiempo, que de lo único que supe enamorarme furtivamente, es de esta puta vida que me tocó, y que de tan puta, y de que tanto que le gusta, me hace precio y me deja cogerla cuando quiera, a cambio de una moneda que algunos llaman caricias.
Y mi perro ni siquiera es dinamita porque tiene la pólvora mojada desde que nació.
Mi perro la pasa bien, porque es caprichoso, chiquilín, le faltan los dientes y le sobran colmillos como garras.
Mi perro vive adentro mío y caga y mea donde tiene ganas.
Y yo no lo pienso retar, que tanto.
Y todos esos que mueven las costillas pariendo como si fueran tipos que del corazón roto están buscando la ultima bocanada de amor o aire, yo te digo, creo que están muriendo, pero están riendo (riendo igual) y yo me rio con ellos y yo me muero en ellos, cuando quieran y se pongan la pilcha correspondiente.
Y ese fuego que entra en los patios de las casas a dentelladas, tirando mordiscones al aire donde no hay nada que morder y mucho que comer, me hace lamentar cada cacho de pan que se endurece en cualquier pelotuda alacena.
Dame el esbozo blanco y negro de una cara, mañana, y dejame intentar colorearlo en un potencial presidente que jamás se presentará a lista alguna.
Rodá cien mil triciclos en la colina de los chiquilines que terminen chocando contra la miseria de la vida, porque así entenderán lo muerto.
Y entonces la sensación de bienestar, se convierte en putrefacción, y somos todos moscas y mosquitos.
Bzz. Bzz!
0 comentarios:
Publicar un comentario