PUES BIEN.
Hemos concluído una etapa.
Y ahora arranca otra, bastante más compleja.
A saber:
1- Ya no estamos en tiempos electorales. Ahora podemos enojarnos un poco más, pelear un poco más y desfanatizar a la cuestión militante. Como militantes, como participantes activos de la política, tenemos que defender todo lo que venga. Si estamos de acuerdo con algo y otra cosa impide que ese algo salga, se vote o se haga ley, vamos a tener que salir a defender las verdades. Y del mismo lado, si empieza a suceder algo que no nos gusta, estamos en condiciones de salir a protestar, a enojarnos y a pedir que no suceda. El enorme poder que tiene hoy nuestra querida y hermosa Presidenta, es ínfimo comparado con el enorme poder que ahora tenemos como pueblo.
Nosotros la elegimos, nosotros la votamos, y somos todos nosotros los que estamos representados en su voz.
Somos muchísimos los que confíamos en ella, y son muchos los que confían en nosotros.
Llegó la hora de sacudir la modorra y profundizar el hecho politico de nuestro protagonismo histórico.
Ya no es un juego, ya no es aquel otrora criticado "678ismo" y ya no es nada más que cantar.
2- Hay que bajar la política al llano. Tenemos que contar, hablar, producir, trabajar para que todo lo que se hizo hasta ahora, se multiplique, se profundice en hechos concretos de realidad efectiva. Todos los taxistas tienen que saber que somos kirchneristas, que el kirchnerismo es el mejor peronismo y que el peronismo es salud, trabajo y educación. Tenemos que salir a fortalecer los hechos, a sostener los logros y a no permitir que nadie (ni el gobierno, insisto), olvide ni por un instante el rumbo y tenemos que alentar a nuestros mandatarios a ir por más, por mucho más, sea el precio que se tenga que pagar, el que sea.
3- Vamos a escuchar cualquier tipo de pavada. Somos mayoría, y tenemos a elección nuestras armas, y nuestra mejor arma, siempre, es el arma de la elección. Ahora podemos y tenemos que ir por cuestiones más complejas, por la regulación del comercio exterior, por el impuesto alto a la renta extraordinaria, por juntar a Evita con Perón en San Vicente, por más trabajo para todo el mundo, por créditos accesibles para tener la casa propia, por internet gratis federal, por más asignaciones, por más justicia y resolución de casos manchen a quien manchen y por tantísimas otras cosas más.
Es ahora, y no en otro momento, donde el poder tiene que ser más que nunca del pueblo, de la historia y de lo que sea que esté bien. Caiga quien caiga.
4- Tenemos que ser justos con todos los que laburaron enormemente. Todas las agrupaciones, todos los militantes. Absolutamente todos los que jugaron ahora. Porque quizás, vengan tiempos más complejos que tengan o no que ver con situaciones internas, pero pueden venir tiempos complejos que necesariamente tengan que ver con situaciones externas. Y las situaciones externas e internas a las que me refiero, pueden ser desde dentro de la militancia y desde fuera de ella, o desde dentro del país o fuera de ella.
Sin ser apocalíptico, porque ese estilo pasó de moda y fue sepultado, jé, y sin serlo porque en verdad, confíamos en la presidenta mucho antes de que ella dijo que confiemos en ella.
Pero puede suceder. Y tenemos que empezar a construir ahora mismo el escudo democrático militante que blinde a los empujones que seguramente vendrán. Nosotros somos el gobierno, ella es la Jefa y como soldados, pondremos todo, como hasta hoy, pero mucho más intensamente. La campaña para el 2015 acaba de arrancar.
5- La mitica "formación de cuadros" tiene que también, activarse ahora mismo. Los cuadros deben ser militantes, activos, presentes, formados. Pensantes, felices, estrategicos. Tenemos que ser una fábrica de soldados del amor democrático, pensar junto a ellos, como ellos, ser ellos, y si no lo somos, ayudar a los que lo son. El 2015 se avecina por lo menos borroso y entonces, es que hoy mismo tenemos que analizar con sesuda frialdad a quién es quién, a cómo hace lo que haga cada quién y a cuánto apuesta quien apueste. En 2015, absolutamente TODO es posible, y recordemos siempre antes de sospechar, enojarnos, que la presidenta es la que dice incansablemente que no importa de dónde venga cada uno, sino que importa hacia dónde vamos.
Esa puede ser un arma de doble filo para muchos de los que a veces, nos enojamos con uno u otro candidato. Pero esto es política y no, lamentablemente, no somos todos amigos. Puede ser un señor sin piernas el mejor costurero del taller, y no hay nada de malo en ello.
6- Estudiemos a Néstor. Y mucho. Ahí todavía hay bastante para aprender, casi todo.
7- Empezamos.
1 comentarios:
Estoy en completo acuerdo con tus recomendaciones. Y a favor de la concreción de todas esas propuestas está el terreno fértil de la enorme cantidad de jóvenes que han vuelto a interesarse y ocuparse del tema político.
Toda una generación, especialmente durante los 90s, se separó de la política y se adhirió a la nada. Estamos viviendo en plenitud la etapa de asumir nuestras responsabilidades de ciudadanos.
Saludos
Tilo, 70 años
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