Volvió así, de la nada, de ese todo, volvió hecha una tormenta de ganas de decir unas cuantas cosas.
Volvió con el impulso de la historia, de las reparaciones que quedan por hacer, de los momentos históricos que la piden en el centro del asunto.
Vino así, con unos brillitos en los hombros, con un luto moderado, un luto respetuoso y una enorme sonrisa permanente.
Volvió con la cicatriz y chistes sobre eso, volvió con bromas, con algunos improperios hermosos.
Y volvió, por supuesto, con el pelo más lindo que nunca.
Vino y metió tres anuncios, antes que nada.
Enseguida se puso al frente de la cuestión y tiró para todos lados.
Dijo, como quien no quiere la cosa, que se van a revisar todos los contratos, constitucionalmente, que se tienen con las empresas que explotan los hidrocarburos.
Y eso no es joda.
Vino y dijo, porque lo está haciendo, que se va a seguir peleando por las Malvinas del mismo modo que lo hace. Y eso está buenísimo. Porque aclaró los términos, plantó su bandera, que es nuestra bandera, y no bajó los brazos ni un segundo.
(Párrafo aparte para la comparativa entre Moreno e Italia con respecto a lo que sucedió ayer con las consultoras, que lo publiqué en este blog ayer mismo y con las mismas referencias!)
Volvió la Jefa, claro, volvió y dijo que mostraba el tajo del cuello para que después no digan pavadas: ahorró eufemismos, dudas, y se llevó puestos cientos de titulares. Porque dijo que fue así, sin un pañuelo en el cuello, porque antes que la estética está la política. Entonces todos los gordos aceitosos que escriben pasquines se atragantaron en su deseo de decir que había salido así para demostrar algo, porque lo dijo, y les tapó la boca.
Volvió la Jefa y contó que se había bajado del 7 por ciento de desocupación, y usó la palabra "perforamos", para enseguida, agarrar todos los chistes que teníamos nosotros de "perforar el siete", para decirlo ella misma y cuidadita y bonita, remarcar que "queda mal decir esa frase".
Porque volvió, y volvió como siempre, mil casilleros adelante que todos nosotros.
Nos gana por mucho, sabe más, es ella.
Todo lo que nosotros podemos creer que se tiene que hacer, viene ella y lo hace, y lo hace el doble y nos llena la cara de futuro.
Es la Jefa, nos mete en el bolsillo, nos come crudos, nos canta la justa, hace, deja hacer y juega un juego que no tiene nada de juego.
Se puso casi mágica, hoy, hablando de milagros, y tocó una vena muy curiosa, con el humor negro de decir que casi llevaba a la conferencia directamente a su glándula tiroides.
Los titulares mañana, hoy a la tarde online, ya mismo, van a estar preguntándose qué decir.
Porque no se dan cuenta, los titulares, quienes los escriben, los que mandan a escribirlos, que quizás, por una vez, van a tener que informar, sin deformar.
Y que esas noticias, son, lamentablemente para ellos, buenas:
Volvió la presidenta.
Se revisarán los contratos de las empresas que explotan los hidrocarburos en el país.
Se profundizará la sintonía fina, aclarando que eso NO ES AJUSTE.
Anunció la baja en el índice de la desocupación.
Anunció que se seguirá con más fuerza la lucha por la soberanía sobre Malvinas.
Y fundamentalmente, nos dejó a todos tan pero tan felices de verla así, que hace que nada nos de miedo, que a nadie le temamos ni le tengamos más respeto que el que se merece, y nos cargó las pilas para apretar más y más.
Y en su Clase Maestra de Conducción Política, referenció al tiempo y a la historia, y esa es la tarea militante pendiente de todos nosotros: los que me han escuchado hablar ya lo escucharon, y creo que alguna vez en este blog se escribió, pero definitivamente, las personas que votaron a Cristina cuando alcanzó ese hermoso número el año pasado, se acercaron, muchas de ellas, a sufragiar de ese modo porque se vieron afectadas directamente por cuestiones económicas.
Como ejemplo: pudieron comprar más, cobraron más, votaron a quien lo generó que era Ella.
Esa misma gente, es la gente que si en algún momento tienen que sufrir algún aumento de algo, o alguna cuestión que también, los afecte de manera puntual, son los que se van a alejar como se acercaron.
Nuestra tarea es generar conciencia política, explicar el trabajo federal que significa hacer lo que se hace, demostrar con hechos y pragma que hay cuestiones que son parte de una construcción identitaria como sociedad: las netbooks, las asignaciones, la construcción de escuelas, la regulación de ley de medios en tanto contenidos argentinos, la producción de elementos que se traban en la importación y que generan trabajo, etcétera.
Ella trabaja como ningún presidente desde la vuelta a la democracia lo hizo: por nosotros, desde ellos, siendo nosotros.
Nosotros no podemos ser menos, y tenemos que argumentar.
Viva Cristina Viva del modo que vive, porque así se vive, dando la vida por la vida misma.
Lo dijo ella: es la Fuerza del Amor y no del Odio la que nos mueve.
1 comentarios:
Más allá del Indec, más allá de Clarín La Nación, María Odone, todo lo que decís se ve. Se ve que la gente tiene trabajo y que si quiere más, trabaja en algo más. La gente, el pueblo, ve que se hace y que está mejor. No me importa qué parametro se tome si la gente ve otra cosa. Hay temas que falta explicar. Ella aclara lo que otros no explican, explican mal o le dan la opción a los buitres para que desinformen. Lo más importante igual es que volvió. Sabés que esas cicatrices, son como cicatrices de guerra, no dan vergüenza. Todo el tiempo pienso lo que sufrió ella y sus hijos cuando le leyeron carcinoma VI. No escuchás más nada. Por suerte volvió.
Me gustó, de nuevo lo que escribiste.
Mony
PD: no puedo decir que soy peronista porque al Perón después de los 50 y de los 70 no lo perdono.El casillero de evaluación puede incluir viva Nestor o Evita
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